El BCE lanza el proyecto de euro digital
Ya es un hecho. El Banco Central Europeo (BCE) ha anunciado en un comunicado el lanzamiento de su proyecto piloto de moneda digital, con el objetivo de introducir a largo plazo el euro virtual, una respuesta a la creciente «desmaterialización» del dinero y la multiplicación, ya imparable, de las criptomonedas. E
l BCE habla de una primera «fase de investigación» para suministrar a los ciudadanos de la zona euro «una moneda bajo su forma más segura», según la institución, que nos acerca al momento en el que podremos utilizar una cuenta de euros digitales en la misma institución. Esta primera fase será el análisis de pruebas más importante desde el lanzamiento del euro. Si todo sale bien, el euro digital podrá ver la luz alrededor de 2025, sumándose con cierto retraso al estallido de los pagos online que la pandemia aceleró desde 2020. Incluso en Alemania, un país en el que seguían siendo mayoritarios los pagos en efectivo, frente a los pagos con tarjeta, los consumidores cambiaron esa tendencia en 2020 por primera vez en la historia del euro.
Varios paises trabajan en proyectos similares de monedas digitales, como Estados Unidos y China, que permite desde marzo el pago en yuan digital a través del teléfono móvil y aspira a convertir esta moneda digital en referencia internacional que compita con el dólar. En 2019, Facebook anunció su propio proyecto de moneda virtual y el BCE entendió que se quedaría atrás en una carrera ya irreversible si no comenzaba a preparar su propia oferta. «La moneda del BCE estará en el corazón del sistema europeo de pagos, reforzando la autonomía de Europa en esta era de monedas digitales», ha declarado Fabio Panetta, miembro del consejo del BCE, tras insistir en la necesidad de sistemas de pago competitivos y que protejan la soberanía europea.
El euro digital permitirá a empresas y particulares disponer de la moneda directamente a través de una cuenta en el BCE, sin la intermediación de los bancos comerciales, y esa es otra gran novedad del proyecto. El dinero estará protegido de quiebras o pérdidas, gozará de los más altos niveles de garantías y el BCE asegura que resultará una forma de pago fácil y segura, desde para comprar un piso hasta para pagar en el supermercado, tanto en línea como a través de una aplicación descargada en el teléfono móvil. Los usuarios podrán hacer transferencias o pagos entre europeos, reduciendo así los costes bancarios, con un «portafolio» de euros digitales disponibles las 24 horas del día. El BCE garantiza también que «un euro hoy valdrá un euro mañana», escapando de la especulación que se ha desatado en torno a monedas digitales no oficiales, como el bitcoin, así como las más exigentes condiciones de seguridad de los datos.
Los bancos serán los más perjudicados por este proyecto, ya que es previsible que los ahorradores se pasen a este formato para evitar los crecientes costes de gestión de las cuentas bancarias de depósito y se produzca una huida de capital hacia el BCE. Por eso el BCE estudiará la posibilidad de gravar las cuentas en euro digital a partir de determinada cantidad, que podría ser de 3.000 euros, según ha mencionado Panetta. «Vamos a continuar emitiendo dinero en efectivo», ha asegurado, para añadir que «los hábitos de pago no cambiarán de la noche a la mañana con la emisión del euro digital, aunque a largo plazo sí nos encontramos ante un cambio sin marcha atrás».