Créditos rápidos, la competencia se recrudece


Conseguir una pequeña cantidad de dinero con urgencia para hacer frente a un imprevisto, o simplemente para darse un capricho inaplazable, se ha convertido en una tarea sencilla. No hay más que sentarse delante de un ordenador y teclear «créditos rápidos» en el buscador habitual para ver una larga lista de página web dedicadas a este negocio. La clave, entonces, está en saber elegir aquella que ofrezca menor tipo de interés y mejores condiciones de envío y devolución del dinero.

En pocos años han proliferado en España las empresas que ofrecen préstamos pequeños, fáciles y rápidos a través de la red. En general, la cantidad disponible no pasa de los 600 euros, la mitad si es la primera vez, y el plazo de devolución no suele superar los 30 días. Se trata de un nicho de mercado no cubierto por las entidades tradicionales, que se ha desarrollado al calor de la crisis y de la mayor facilidad de acceso a internet. Según la Asociación Española de Micropréstamos (AEMIP), el volumen de negocio del sector ronda los 200 millones de euros, una cifra reducida en el conjunto de los créditos al consumo, pero da una idea del gran número de operaciones que se realizan.

Su principal reclamo es que pueden conseguirse en pocos minutos y con escasas condiciones, hasta el punto de que algunas de estas páginas no tienen inconveniente en prestar a personas que estén incluidas en alguna lista de morosos. Pero hay que tener en cuenta que esto no significa que cualquiera pueda obtener el dinero. De hecho, el porcentaje de aprobación es inferior al 50% de las solicitudes, según la AEMIP. En la práctica, un criterio básico en el análisis de solvencia suele ser el de los ingresos regulares procedentes del trabajo o de una pensión, de modo que son concebidos como un adelanto de nómina.

Source: The PPP Economy

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