Sin reformas no habrá crecimiento


Draghi hablará, las bolsas subirán y las primas de riesgo se desinflarán. Pero no bastará. No será suficiente y Europa volverá a tropezar. Hemos consultado el oráculo y las predicciones no resultan nada halagüeñas. La política monetaria ha dejado de tener recorrido. La economía necesita algo más que tipos bajos e impresión de billetes para entrar en una fase de reactivación. Es la hora de las reformas estructurales.El propio presidente del BCE lo repite en cada una de sus comparecencias. Pese a que «Súper Mario» tenga a su alcance un completo arsenal para desenfundar cuando la situación lo requiera, insiste en la necesidad de acometer reformas y relanzar las inversiones en infraestructuras transfronterizas. La eurozona se encuentra estancada. Las últimas previsiones de la Comisión Europea señalan un crecimiento del 1,9% para este año, el mismo que en 2015, por lo que los países miembros no pueden permanecer a expensas del BCE y abandonar la voluntad reformista.

La UE se ha hecho adicta al déficit, y las medidas deberían ir encaminadas a reducir la deuda y a bajar la partida de intereses financieros a la que, por ejemplo, España destina más de 30.000 millones de euros anuales. La deuda pública bruta este año, según las estimaciones de la CE, será del 86,9% en la eurozona. Los expertos consultados coinciden en la necesidad de relajar la carga fiscal para incrementar el atractivo de la inversión y evitar la deslocalización de las empresas, que tienden a asentarse en los países donde menos tributar.

Source: The PPP Economy

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