El mediador no ve posible un pacto en la guerra de la estiba


Marcos Peña, el mediador designado por el Gobierno para deshacer el entuerto de la reforma de la estiba, presentó ayer la que será su última propuesta de mediación. Y lo hizo con el tono agridulce de quien ve muy lejano un acuerdo. Según el documento que Peña presentó a los sindicatos portuarios y a la patronal del sector (Anesco), al que tuvo acceso LA RAZÓN, Peña considera que el acuerdo «no es posible globalmente». «Estimo, por tanto, que debo concluir mi función», pese a lo cual presentó una última tentativa a las partes para cimentar una negociación que corre «riesgo de atasco innecesario».

Sin embargo, Peña señala como un escollo casi insalvable el encaje legal que demandan los estibadores para garantizarse «por decreto» sus empleos. «Esta complejidad hace aconsejable una técnica de regulación que combine la normativa estatal con la normativa convencional» para lograr facilitar la continuidad en el empleo de los actuales estibadores».

El mediador no obvió que las pretensiones de los estibadores chocan con la legislación europea y defendió en su propuesta que «aquellas empresas que opten por desarrollar su actividad laboral conforme al régimen jurídico común, al margen del sistema de ayudas, puedan hacerlo».

El texto, de 16 páginas, concluye que lo esencial para alcanzar el acuerdo es mantener el empleo «con el instrumento legal que se considere suficiente», comprometer la ayuda del Gobierno que se considere «suficiente» y contribuir a la mejora organizativa del sector «respetando la legalidad vigente».

Source: The PPP Economy