China muestra signos de mejoría tras crecer un 6,7% en el primer trimestre


China, la segunda mayor economía del mundo, anunció ayer un crecimiento del 6,7% durante el primer trimestre del año, una décima menos que en el último cuarto de 2015. Pero pese a que se trata de la cifra más baja desde 2009 y su expansión sigue desacelerándose, los analistas coinciden en señalar que la economía china presenta ciertos signos de estabilización y mejora, sobre todo desde el pasado mes de marzo.

No en vano, el agitado comienzo de año en los mercados bursátiles chinos –que se contagió al resto de bolsas mundiales– y la caída del valor de su moneda hicieron presagiar una caída de la economía asiática incluso más pronunciada de lo que previamente se había vaticinado. Tras dos meses con datos negativos, marzo trajo esperanzas de que las potentes medidas de estímulo aprobadas por las autoridades estén poco a poco surtiendo efecto.

Según declaró ayer Sheng Laiyun, portavoz de la Oficina Nacional de Estadísticas china y encargado de presentar los datos, la economía ha registrado un «buen inicio» de año a pesar de un contexto «complicado» fuera de sus fronteras y de la acumulación de «presiones bajistas» para el crecimiento del país. Entre lo más destacado, el repunte del importante sector industrial chino, cuya producción creció en marzo un 6,8%. A este buen dato se sumó el incremento en un 35% de las ventas de la superficie total de viviendas residenciales, aupando a un sector inmobiliario que también es clave para el devenir futuro del país.

Por su parte, el sector servicios aumentó un 7,6% interanual hasta alcanzar el 56,9% del PIB, dato que encaja con la profunda transformación que está experimentando el modelo económico de China, que busca hacer del consumo y los servicios sus pilares fundamentales frente al modelo anterior que primaba las grandes inversiones y la producción de bienes sin alto valor añadido. «Tenemos que ser conscientes de que estamos en una etapa crítica de transformación y de actualización, así como de reemplazar los viejos motores de crecimiento por otros nuevos», apostilló Sheng.

Aunque hay señales importantes de estabilización, a la vista de estos datos, nadie tiene claro todavía hasta cuándo continuará esta mejora. La economía del gigante asiático sigue dependiendo de los estímulos monetarios y fiscales de las autoridades, se ha registrado un gran aumento del gasto público en proyectos de infraestructuras y la nueva deuda roza niveles récord, factores que, junto a otros, despiertan dudas entre los analistas..

Source: The PPP Economy

GrupoUnetcom