Anticorrupción pide la imputación de Fainé y Brufau por el espionaje de Villarejo a Luis del Rivero
La Fiscalía Anticorrupción ha solicitado al titular del Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional, Manuel García Castellón, que tome declaración como investigados por un presunto delito de cohecho al presidente de Repsol, Antonio Brufau; y el expresidente de Caixabank, Isidro Fainé, por el encargo a la empresa del comisario jubilado José Manuel Villarejo Cenyt de investigar al expresidente de Sacyr Luis del Rivero.
En un escrito presentado este viernes, al que tuvo acceso ABC, Anticorrupción pide además citar como investigados a los exdirectivos de Repsol Luis Suárez de Lezo, Juan de Amunategui y Joaquín Uris, y al exdirector general de Medios de Caixabank, Antonio Massanell; atendiendo al conocimiento y la implicación que habrían tenido en el asunto.
Los fiscales solicitan las imputaciones en el contexto del proyecto denominado ‘Wine’ que se investiga en la pieza separada número 21 de la macrocausa sobre Villarejo y que se desarrolló en los años 2011 y 2012, cuando el comisario todavía estaba en activo. Se trataba de frustrar una alianza de Sacyr con la petrolera mexicana Pemex que habría permitido a Del Rivero tomar el control del accionariado de Repsol, donde Caixabank era accionista de referencia.
La entidad y la petrolera acordaron entonces contratar al Grupo Cenyt para llevar a cabo una investigación sobre Luis del Rivero y su entorno con la que acabar con aquel acercamiento a Pemex, llegando a controlar a las personas con quien mantenía contacto: accedieron a sus registros de llamadas e hicieron seguimiento. El precio, 389.400 euros. Los exjefes de seguridad Rafael Araujo (Repsol) y
Miguel Ángel Fernández Rancaño (Caixabank) están ya imputados.
Para Anticorrupción, el encargo fue «una reacción conjunta promovida por los dos presidentes« de las compañías, habida cuenta de la «confluencia de intereses» entre ambos, tal y como se desprende tanto de la documentación intervenida a Villarejo y su socio como de la aportada por las empresas al procedimiento y las declaraciones de los investigados en sede judicial.
En el caso de Brufau, los fiscales remiten al informe interno que elaboró a petrolera para evaluar la legalidad del contrato con Cenyt y que
apunta «que probablemente en alguna de las habituales conversaciones que Antonio Brufau mantenía con Fainé y dada la confluencia de intereses de ambos en defenderse frente a Luis del Rivero y Pemex, acordaron compartir los servicios de información contratados al Grupo Cenyt«. Es decir, que Brufau »
no quedó al margen de la contratación«
Además, de los registros en las dependencias de Villarejo consta un acta de una reunión de diciembre en la que participaron representantes de Repsol y Caixabank así como del grupo Cenyt en la que se dejó constancia de que Brufau estaba interesado por el contenido de la investigación y se decía que Araujo le mantenía informado. Contenía igualmente referencias expresas al conocimiento que tendría Fainé del asunto y a la «actuación conjunta» de ambos.
Los exjefes de Seguridad
De hecho, en ese informe interno de Repsol ya se recoge lo que el exjefe de seguridad declaró en la Audiencia Nacional: Que entró en contacto con Villarejo en octubre de 2011 durante la fiesta de los Ángeles Custodios de la Policía Nacional y que, tras comentar con él la situación de Repsol con las maniobras de Sacyr y Pemex, acabó instando al entonces secretario general y del consejo de administración de la petrolera, Luis Suárez de Lezo, que contratase a Cenyt.
Ante el juez detalló igualmente que reportaba a Suárez de Lezo, le daba traslado de los informes que iba generando Villarejo y los comentaba con él. También declaró que le mantuvo al tanto de su relación con el entonces jefe de Seguridad de Caixabank porque en ese asunto ambas empresas «debían ir de la mano». Anticorrupción pide por ello la imputación del exdirectivo, junto a las del exdirector coroporativo de Servicios Patrimoniales de Repsol, Juan de Amunátegui, que fue igualmente informado y validó al menos una de las facturas.
No obstante, para Anticorrupción, al valorar la indiciaria participación de Brufau y los exdirectivos de Repsol hay que considerar además que la contratación de Cenyt no se ajustó a la normativa interna de la petrolera, lo que podría poner de manifiesto, a su entender, que los investigados podían tener intención de «mantenerla oculta» porque sabían que Villarejo era un policía en activo.
Añade además que Wine no fue el único encargo de la petrolera al comisario pues contrató a Cenyt ya de manera autónoma en el año 2014 por 24.200 euros para un análisis de seguridad que lo que buscaba era confirmar que un consejero de Repsol se había saltado una reunión para acudir a un evento deportivo.
En el caso concreto de Fainé, los fiscales argumentan que además del acta de la mencionada reunión en la que se hablaba de él y de Brufau, su «conocimiento y directa participación» fue «ratificada por el propio Miguel Ángel Fernández Rancaño» exjefe de Seguridad, ante el juez el pasado mes de diciembre. Aseguró que recibía los informes del proyecto de Villarejo y luego los despachaba directamente su con el presidente por indicación de su superior directo, el entonces director general de medios Antonio Masanell, del que también se pide la imputación y que validó una de las facturas.
Anticorrupción, como en el caso de Repsol, señala en Caixabank un incumplimiento en la normativa interna de contratación al realizar la encomienda a Villarejo, que habría sido ocultada mediante la manipulación de los conceptos en las facturas.