
Los bancos europeos suspenden el test de la bolsa
Sólo dos bancos europeos suspendieron el pasado viernes los test de estrés que realizó la Autoridad Bancaria Europea (EBA por sus siglas en inglés). Ayer, sólo dos aprobaron el examen de los inversores con subida de sus cotizaciiones en bolsa. Uno fue curiosamente Monte dei Paschi, que obtuvo la peor nota en un hipotético escenario adverso, un -2,4%. Sus acciones obtuvieron una revalorización simbólica del 0,58%. Un pequeño reconocimineto para una entidad que ya había perdido casi todo su valor en lo que va transcurrido de año. La otra subida se produjo al otro lado del canal. Los títulos de Lloyd’s ganaron un 0,19%, pero la nota que obtuvo de la EBA era bien diferente: 10,1%. El resto de los grandes bancos de los cinco países que lideran la economía europea suspendió a los ojos de los grandes inversores, que no se muestran tan confiados en los resultados obtenidos como las autoridades comunitarias o las agencias de calificación de solvencia. La caída generalizada de los valores bancarios llevó a las bolsas europeas a nuevas pérdidas, en una sesión extraña, que comenzó con subidas en torno al 1% en todos los mercados.
Italia, en el punto de mira
La bolsa de Milán, como era de esperar, encabezó las pérdidas. Su principal índice, el FTSE-Mib cedió un 1,73%. El mercado señaló claramente a Unicredit, el mayor banco del país, que salvó los muebles el viernes con una nota del 7,1%, pero que no ha terminado de despejar las dudas que pesan sobre ella. El Ibex se quedó en la mitad y perdió un 0,86%, lastrado también por los valores financieros. En Madrid el señalado fue Banco Popular. Sus títulos cayeron un 5,91%y en el año acumulan una caída del 56,46%. Su nota del 6,62% en 2018, en el peor de los escenarios posibles, no ha pasado desapercibida en el parqué, aunque la ratio de capital de mayor calidad no incluya la reciente ampliación de 2.505 millones de euros. BBVA cedió un 3,73%; Sabadell, un 2,94%; Santander, un 2,32% y Caixabank, un 1,29%. Bankia, el mejor banco español por solvencia, se dejó apenas un 0,73%.
Felipe López-Gálvez, analista de Self Bank, asegura que son varias las circunstancias que pueden explicar las caídas de ayer. La fundamental, la escasa capacidad que han tenido los anteriores test de estrés para detectar problemas en las entidades, les ha perder credibilidad. «Nos han venido a decir que hace ocho meses los bancos eran capaces de superar un hipotético escenario económico adverso, pero lo cierto es que los retos a los que se enfrenta el sector en los próximos años son complejos, empezando por el escenario de bajos tipos de interés y acabando por la transformación tecnológica».
La Comisión Europea no piensa lo mismo que el mercado. La portavoz de Asuntos Económicos y Financieros, Annika Breidthardt, destacó ayer que las pruebas de estrés confirman «que los bancos son cada vez más resilientes», al margen de los resultados concretos de Mobnte dei Paschi. El Gobierno comunitario concede gran importancia a este tipo de pruebas como instrumento para evaluar la salud del sistema bancario y ha recordado que «cualquier necesidad de capital adicional –como es el caso de algunas entidades– debe recabarse en primer lugar en los mercados privados, como sucederá con Monte dei Paschi, que anunció ya una ampliación de capital de 5.000 millones de euros para «aprobar».
Un alto coste
La agencia Moody’s «ve satisfactorios en general» los resultados de la banca española y cree que los bancos europeos tienen una gran capacidad de recuperación ante escenarios adversos. Como publicó LA RAZÓN el pasado domingo, una nueva crisis (la que conllevaría que se cumpliera el escenario adverso de los test de estrés) costaría 226.000 millones de euros en capital a la gran banca europea, la de las cinco grandes economías. Los más castigados en términos absolutos serían los bancos británicos, con un coste de capital principal de 60.000 millones de euros. A la banca española le haría perder 50.000 millones. En ambos casos los sistemas financieros cuentan en estos momentos con recursos más que suficientes para hacer frente a la «nueva» situación.
Source: The PPP Economy