El Gobierno promete a los sindicatos una cesión descafeinada de las Cercanías catalanas


El Gobierno diluye las ambiciones independentistas respecto a las Cercanías catalanas. En una reunión con los comités de Renfe y Adif, el Ejecutivo ha asegurado este lunes que la cesión a la Generalitat será descafeinada y no pasará de la transferencia del presupuesto que sufraga el servicio. La intención es que sea el Govern y no el Estado el que suscriba un contrato programa con Renfe Viajeros, el operador adjudicatario de los servicios de Cercanías.

Los sindicatos convocaron esta reunión ante el «desasosiego y la incertidumbre» ante las informaciones que apuntaban no solo a una transferencia de presupuesto, sino también de personal, trenes y estaciones, según ha destacado CC.OO.. Tanto la secretaria de Estado de Infraestructuras, Isabel Pardo de Vera, como el presidente de Renfe, Isaías Táboas, han asegurado que este extremo no se producirá.

Es precisamente el mensaje que esperaban los sindicatos, que han amagado en las últimas semanas con convocar movilizaciones masivas si se producía un traspaso de personal a las comunidades. Cataluña ha sido la región más activa en sus reivindicaciones, y ha reclamado en la mesa de negociación bilateral con el Gobierno un traspaso completo para paliar el «déficit histórico de inversiones» que según el Govern sufre la comunidad.

Pero la reivindicación de las autonomías en materia de Cercanías no se limita a Cataluña. Este mismo lunes el presidente de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig, ha anunciado que pedirá formalmente al Gobierno de España la transferencia de la gestión de la red de Cercanías para «mejorar» un servicio que depende del Estado, pero que «no funciona aquí como debería», informa Toni Jiménez. También País Vasco ha reclamado la gestión de sus Cercanías, un proceso que se encuentra más avanzado y que ya ha sido tomado en cuenta por Renfe.

Más allá de posibles traspasos de competencias, los sindicatos y el Gobierno han abordado la suspensión de circulaciones que se está produciendo en determinados servicios desde hace meses. Una situación que ha provocado que el sindicato de maquinistas, Semaf, convoque una huelga para los días 30 de septiembre y 1, 4, 5, 7, 8, 11 y 12 de octubre.

El sindicato asegura que la cancelación de servicios se debe al rechazo de Renfe en incorporar el personal acordado. El operador, por su parte, defiende que la falta de maquinistas se debe a un mayor número de bajas médicas por Covid y por la dilatación de los procesos de formación «aspecto éste que tiene relación con las limitaciones de aforos, tanto en aulas como, sobre todo, en cabinas de conducción», explican desde Renfe.

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