CaÃdas en las bolsas e inestabilidad del crudo, los efectos del atentado
Escrito por: admin, Nov 14, 2015, Desactivar Comentarios
El atentado de Estado Islámico en ParÃs se produce en un momento económico complicado para Europa. El crecimiento sigue siendo débil, la recuperación parece muy sensible a los agentes externos y el peor escenario que podrÃa producirse es el del estallido de una gran guerra. Los expertos consultados por LA RAZÓN consideran que el impacto de este golpe terrorista concreto será limitado y que el Viejo Continente está preparado para afrontar un periodo de inestabilidad geoestratégica como el que acaba de rebrotar.
«Los atentados de ParÃs son un tema de humanidad, no de economÃa. Pero para un europeo la amenaza es múltiple», asegura al respecto José Ramón Pin Arboledas, profesor del IESE, que resta importancia al impacto del suceso. «A corto plazo no ocurrirá nada en las finanzas», asegura. Según Pin, «el pánico inversor no se debe a estos efectos, pero sà afectará a medio y largo plazo».
El experto considera que el atentado «despierta» a algunos sectores económicos y obliga a otros a hacer esfuerzos adicionales para sobreponerse a la inestabilidad que los rodea. AsÃ, «la seguridad mejora sus expectativas de rendimiento, igual que todo lo relacionado con la defensa». Por contra, uno de los efectos negativos será «una cierta restricción de la movilidad internacional», lo que supondrá un freno al turismo. «España debe mantener su seguridad, para seguir siendo el destino preferido del turismo al sur de Europa», apunta Pin.
«El petróleo seguirá estancado en precio. Los productores saudÃes no quieren que su aumento de valor acabe financiando al Estado Islámico y a EE UU», afirma Pin. Como siempre, habrá quién aproveche la situación para rentabilizar las inestabilidades. «Toda amenaza es también una oportunidad», destaca el profesor.
«A corto plazo la situación seguirá igual. Si acaso con una pequeña perturbación bursátil. Pero no podemos olvidar que, a medio y largo plazo, o se acaba con la amenaza terrorista (algo muy difÃcil de conseguir) o el fracaso en esta misión influirá en el bienestar de los europeos», concluye Pin.
Enrique Quemada, consejero delegado (CEO) de ONEtoONE Corporate Finance, coincide con Pin al afirmar que el impacto en los mercados de valores y de divisas será «limitado». «Los inversores tenÃan descontado que algo parecido podrÃa pasar».
Quemada afirma que existen «diferencias importantes» entre la situación provocada por los atentados de ParÃs y la que generaron los aviones que se estrellaron contra las Torres Gemelas de Nueva York el 11 de septiembre de 2001. «Aquel dÃa desaparecieron ‘hedge funds’ enteros que trabajaban en el World Trade Center; el impacto financiero fue enorme», señala Quemada, que ofrece además una lectura polÃtica del atentado.
«A largo plazo, el principal impacto será polÃtico. Marine Le Pen, lÃder del Frente Nacional, ya está registrando buenos resultados en los sondeos, y los atentados dispararán una islamofobia que la reforzarán en las próximas elecciones. Un bloque antieuropeÃsta junto a David Cameron –primer ministro de Reino Unido– podrÃa significar un importante riesgo para el futuro de la Unión Europea», desataca Quemada.
Rodrigo GarcÃa, analista de XTB y experto en divisas, se muestra «escéptico» sobre la repercusión de los atentados y señala que «la economÃa seguirá su curso. Afirma que el petróleo es un «valor refugio que podrÃa registrar subidas ante la entrada de inversores». En cualquier caso, las alzas no serán muy abultadas, igual que en el caso de las divisas mundiales, «como el yen, que podrÃa fortalecerse en el corto plazo». «Cuando hay dudas, las divisas refugio suben», recuerda el experto.
Respecto al impacto en renta variable, GarcÃa recuerda el caso del 11-S, que provocó una fuerte pérdida en el S&P 500 de la que tardó en recuperarse un mes. No obstante, desvincula este escenario del actual y afirma que probablemente habrá «caÃdas en el corto plazo». Además, el analista señala que la situación «no tiene por qué afectar a los contratos que España mantiene con el mundo árabe».
Source: The PPP Economy