¿Vuelta al ladrillo?


Frente al viacrucis para encontrar la alternativa que más satisfaga, muchos españoles podrían enladrillar de nuevo sus carteras. 2016 se presupone como el año del «despegue» del sector residencial. Además, del último estudio elaborado por idealista se desprende que la rentabilidad que ofrece la inversión en viviendas para ponerlas en alquiler creció en 2015 hasta el 5,5%, superando con creces los rendimientos asociados a buena parte de los productos financieros.

Jaime Pascual-Sanchiz, director general ejecutivo de Aguirre Newman, piensa que, en general, la inversión en inmuebles seguirá siendo atractiva durante el presente año. Y es que si bien los precios en algunos segmentos han comenzado a repuntar, todavía se encuentran muy por debajo de lo que sería razonable para el mercado español. Pese a la incertidumbre política y a las tensiones internacionales, «consideramos que el sector inmobiliario es una acertada decisión de inversión a medio y largo plazo». Pascual-Sanchiz estima que en activos terciarios en renta, el rendimiento puede alcanzar entre el 10%-11%, combinando alquiler y revalorización del activo. En cuanto a vivienda, recuerda que el mercado español es muy asimétrico, y que aún hay zonas que están corrigiendo precios, por lo que es muy difícil hablar de rentabilidades medias nacionales.

«El ladrillo como inversión de las familias es una mala opción». Monserrat piensa que comprar casas para después alquilarlas puede tener sentido para grandes patrimonios que diversifican sus estrategias, pero advierte de que si se hace como principal inversión, se está poniendo todo el capital en un activo de precio volátil, en un mercado poco transparente, con poca liquidez y altos costes de mantenimiento. «Si nos gusta el ladrillo como inversión, mejor utilizar fondos inmobiliarios o Socimis (Sociedades Anónimas Cotizadas de Inversión Inmobiliaria)», aconseja.

Source: The PPP Economy

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