Vivian Borges: "Lo más duro de emprender es luchar contra el miedo"


En este orden inaudito de cosas esta ingeniera eléctrica de 35 años que tiene «pánico» a los números abandonó hace tres la vida tranquila y apacible que había logrado en España lejos de su Brasil natal para reciclarse en la nueva e infinita vía del marketing digital. Se aventuró, emprendió y ha llevado a cabo el verdadero master (de la vida y profesional) a través de su ecommerce Vivi&Co. Toda una aventura, que le quita muchas horas al día. Encargada del proceso de principio a fin, la joyas, en gran parte traídas de Brasil, a un precio asequible se han convertido en una obsesión. Detrás hay una marca, «creo que es importante humanizar la marca, que se conozca qué hay detrás, y sobre todo la calidad de producto», dice. En poco tiempo se está convirtiendo en un caso de éxito.

–¿Tiemblan las piernas al dejar un trabajo estable y comenzar esta aventura?

–Sin duda, temblaron en su momento y no dejaron de temblar, pero es la única manera de crecer. Y cuando emprendes te das cuenta de que ese miedo no solo no desaparece nunca, sino que aprendes a vivir con él, porque no te queda otra, estás siempre expuesto, pero el nivel de aprendizaje constante es brutal.

–¿Por qué joyas?

–Lo cierto es que hice un estudio de mercado y las joyas no era lo más acertado, pero un tío mío en Brasil se ha dedicado de siempre a ello y conozco el tema, tengo afinidad y una relación especial. Cuando ya estaba dando vueltas al ecommerce viajé a Brasil, se lo comenté y fue como si se unieran todas las piezas.

–¿Qué quiere transmitir con su marca?

–Intento que Vivi&Co se diferencie en la calidad, sobre todo en las piezas made in Brasil, a un precio asequible. Sabemos de primera mano que la principal queja que se repite al adquirir una pieza de este tipo (chapado en oro) es que a los pocos meses el color del oro ya no es el mismo. Las joyas se oscurecen y no tienen el aspecto ni de oro ni de plata. Fabricamos nuestras joyas chapadas en oro dando una gran importancia al proceso de baño de oro y evitando así que se pongan feas.

–¿En España fabrica?

–Sí, por supuesto, toda la plata. Los diseños los hago aquí.

–¿Qué es lo más duro de emprender?

–El miedo a tomar decisiones. Las cifras nunca son las que tú crees y tienes que seguir exponiendo y da vértigo. ¡Y hay un momento en el que ya no puedes volver atrás! A veces crees que no avanzas, pero de pronto echas la vista atrás y te das cuenta de que no es verdad.

–¿De cuántas horas es la jornada laboral de un emprendedor?

–Mi jornada laboral es entre doce y catorce horas. A los proyectos propios hay que echarles bastante tiempo, porque siempre se puede mejorar y además soy tremendamente perfeccionista.

–¿Está muy encima del proyecto?

–En todo, me cuesta mucho delegar, aunque hay cosas que son incuestionables porque las hacen mucho mejor que yo.

–A la velocidad que cambia el mundo digital, ¿hay forma de estar al día?

–A mí me hubiera gustado lanzar el ecommerce perfecto, pero es imposible. Las mejoras hay que hacerlas a lo largo del tiempo. O lanzas o te quedas toda la vida haciendo tu proyecto. Como profesional del marketing soy muy exigente, pero hay que empezar a caminar y luego vas implementando las novedades. Ahora estamos trabajando con el copy para humanizar la marca y contar todo lo que hay detrás, fraccionar los pagos, que ya se puede hacer… Todo cambia y no te puedes quedar parado.

–¿Qué le trajo a España?

–Llevo trece años aquí. Me encanta viajar… Estudié Ingeniería eléctrica y tengo pánico a los números, no me gustaba. Me vine a España, me encantó, encontré trabajo enseguida… Era todo nuevo, pero sabía que ya no me volvía. Amo mi país, pero España es mi casa.

–¿Hay que perder el miedo al miedo?

–Hay que aprender a vivir con él, a veces es el que te para los pies cuando te vas por la pendiente, pero no puedes dejar que te agarre demasiado porque corres el riesgo de no crecer nunca.

Source: The PPP Economy

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