Villarejo pidió al exjefe de Seguridad de Iberdrola que hablase con Sánchez Galán para cobrar más


La Unidad de Asuntos Internos acaba de presentar en la Audiencia Nacional un informe sobre nueve audios inéditos del comisario José Manuel Villarejo con el exjefe de Seguridad de Iberdrola, Antonio Asenjo, en los que el primero da por sentado que el presidente de la compañía, Ignacio Sánchez Galán, estaba al tanto de los encargos que venía realizando para la empresa. Pidió a Asenjo que hablase con él para subir el presupuesto.

Era septiembre de 2004, Villarejo había realizado un encargo para Iberdrola, el proyecto Arrow, sobre una central térmica en Arcos de la Frontera, y aunque estaba satisfecho con el resultado, trasladaba a su interlocutor que había «palmao un poquito» de dinero. Estaban ya tratando el siguiente paso, pero el comisario con la mira puesta en el importe.

«Y lo de lo otro, pues chico dime… estoy en tus manos. De verdad, he mirado con todo el detalle, con todas las posibilidades y yo no sé dar un trabajo que no sea de ciertos aires de calidad. Entonces, si quiero poner a este tío patas arriba, ponerlo en calzoncillos para que el jefe, Don Ignacio, luego decida lo que tenga que decidir él por su cuenta, hay que invertir un poquito (…) ¿Qué esperaba, macho, del presupuesto?», comentó el comisario.

Asenjo contestó que «él (por el mencionado Ignacio) no mira el tema económico», que eso es cosa de «otra gente», pero el comisario insistió: «Ah, bueno, bueno. Po’ háblalo con él».

A lo largo de la conversación, el comisario insiste en que en su labor no es «tan estricto como los yankees» que se ponen «el taxímetro en los huevos» y que por eso, en el proyecto Arrow había introducido cuestiones que no estaban «contempladas» en el encargo. En su opinión, cosa distinta sería que Asenjo le echase eso en cara y fuese ahí donde le quisiera escamotear el presupuesto, pero no era el caso. «De verdad que te voy a ajustar, hombre, déjame un diez o un quince por ciento para mí, macho, que yo tengo que vivir de algo ¡joder!», añadió. «Yo no soy el dueño del dinero», zanjó Asenjo.

La grabación dura dos horas y cuarenta minutos y se salda con una despedida y un nuevo recordatorio del comisario al entonces jefe de Seguridad de Iberdola: «le pide que hable con Ignacio», resume el informe policial en relación a Sánchez Galán. En total, Iberdrola pagó algo más de 1,1 millones de euros a empresas del comisario por proyectos que se fueron escalonando a lo largo de más de una década.

«El señorito no mostró mucho interés»

No es la única referencia. A lo largo del sumario se aprecia que Villarejo se refería a Sánchez Galán como «el señorito», expresión que sale a relucir también en estas nuevas conversaciones transcritas por Asuntos Internos. Es el caso de una charla de poco más de nueve minutos registrada en julio de 2006 y que presenta problemas de transcripción porque, como dice Asuntos Internos, a Asenjo «no se le entiende bien» y en ocasiones, «no se escucha nada».

El entonces jefe de Seguridad de Iberdrola comenta al comisario que ha hablado con una persona de Unicaja de nombre Braulio. «Villarejo ríe y le dice que se acuerde de que no mostró mucho interés el ‘señorito’ cuando se le dio esa información que solo ellos (»señorito« y terceras personas) deberían de saber, puesto que estaban ellos reunidos, y que piensa que eso fue una de las cosas que a su jefe le daría qué pensar quién había dicho esa información», señala el informe. En este punto, el comisario le da las gracias y «le dice que se siente halagado de que gracias a su informe se haya tomado la decisión».

Cabe recordar que una de las líneas de investigación que obra en el sumario tiene que ver con unos cheques con los que se pagó por su asistencia a los empresarios del Consejo Consultivo de Iberdrola en Andalucía, constituido en noviembre de 2004 y que presidía en aquel momento Braulio Medel, a su vez presidente de Unicaja.

La documentación fue puesta a disposición de un notario por el que fue director responsable de Funciones Corporativas de Iberdrola, José Antonio del Olmo, junto a un escrito en el que afirmaba que se le había impuesto autorizar pagos que no se ajustaban a la normativa de la compañía. Toda esa documentación está en la Audiencia Nacional.

Hay una tercera referencia más, aunque esta vez, completamente velada, a la persona que estaría supervisando lo que hacía Villarejo para Iberdrola. En otro de los audios transcritos, de julio de 2005, Villarejo pregunta a Antonio Asenjo «si le han hecho algún comentario sobre el trabajo, si les ha gustado o le han comentado algo».

Él lo niega y el comisario le pregunta su opinión personal. «Antonio le contesta que la opinión la tiene que dar él (tercera persona) y se define como un intermediario», reza el informe. La cuestión es de quién, pues Asenjo, imputado por cohecho y revelación de secretos en esta pieza separada de la macrocausa sobre Villarejo, tenía un jefe directo que no ha sido llamado aún a declarar.

En este punto de la conversación, y hablando igualmente de una tercera persona sin citar el nombre, Villarejo añade «que la rentabilidad se la dará él y que la rentabilidad de la información está en su uso».

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