Verónica Pascual: «Desarrollar tecnología es una apuesta por la que debemos luchar como país»


Con tan solo 25 años dejó su trabajo como consultora en París para incorporarse a Asti, la pyme familiar especializada en fabricación de maquinaria industrial. Era el año 2004 y la empresa, con 20 empleados y una facturación de dos millones de euros, atravesaba una crisis. Verónica Pascual no se lo pensó dos veces y aceptó el reto de reflotarla. Ocupó diferentes puestos hasta que a finales de 2006 llegó a la dirección general y en 2008 compró todas las acciones. Hoy la empresa tiene más de 300 empleados, supera los 30 millones de facturación y es líder en Europa en fabricación de robots móviles, utilizados en industrias como la automoción, alimentación y bebidas, cosmética, farmacia, retail y aeronáutica, entre otros.

¿Cuál ha sido la clave de Asti para posicionarse como referente europeo?

Es una conjunción de tres factores. Hemos hecho una gran apuesta por desarrollar tecnología propietaria y tenemos la gama de robots móviles más extensa del mercado, lo que nos permite acompañar a nuestros clientes a lo largo de su propia evolución; tenemos unas competencias software muy relevantes; y la tercera pata es la experiencia industrial. La compañía se fundó en 1982, lo que nos ha dado un elevado ‘expertise’ en hacer soluciones industriales.

¿Cómo valora la situación de España en cuanto a fabricación y desarrollo de robots?

En clave tecnológica España es más consumidora que creadora. Sin embargo, no solo en materia robótica, sino en todo el ámbito de las tecnologías de la industria 4.0, percibo que va habiendo una apuesta más relevante por desarrollar tecnología en España. Estamos incipientes, pero es una apuesta por la que tenemos que luchar claramente como país.

¿El sector echa en falta apoyos públicos?

No es solamente una cuestión de ayudas que, por supuesto, son siempre bienvenidas. Hay que seguir haciendo un esfuerzo relevante por apostar por la innovación y la I+D en todos los rangos. En el punto previo de los centros tecnológicos y de la universidad, pero también en esos modelos de colaboración universidad-empresa y centros tecnológicos para buscar soluciones innovadoras y generar tecnología propietaria. Ahí, desde luego, tenemos que seguir haciendo más. La otra parte es crear conciencia de que se apueste por la tecnología desarrollada aquí porque al final eso produce espirales positivas, con generación de puestos de trabajo, un PIB más balanceado… España no debe tener una dependencia tan relevante de los servicios. Y eso no consigue disminuyendo los servicios, sino haciendo crecer el PIB industrial, para lo cual hay que desarrollar tecnología. Esta es, junto con el talento, la que hace que la industria sea competitiva y que, desde España, podamos ser no solamente fabricantes, sino exportadores.

Atraer talento es uno de los grandes retos para cualquier empresa. ¿Les cuesta encontrar perfiles cualificados?

La robótica en el mundo y, en particular, en España no es un campo de trabajo tan relevante como para que haya suficiente especialización a nivel universitario ni para encontrar perfiles disponibles en el mercado. Eso se traduce en que las compañías que desarrollemos robótica tenemos que hacer un esfuerzo por terminar de formar tanto a los jóvenes que salen de la universidad como a los profesionales que están en el mercado. Por un lado, debemos trabajar activamente con la universidad. Por otro, a nivel de compañía, tenemos la plataforma de Talento 4.0. en la que, gracias a alianzas con centros de Formación Profesional dentro del ámbito de la FP Dual y universidades, acabamos de formar a esas personas en nuestras instalaciones. Como segunda derivada de la crisis sanitaria, el mercado de talento ha cambiado completamente porque ahora desde casa se puede trabajar en compañías en cualquier sitio del mundo. Las reglas del juego han cambiado y la cuestión es cómo prepararse para ser el mejor actor posible en ese nuevo ecosistema.

¿Percibe que falta vocación STEM entre los jóvenes?

Cada vez hay menos personas que eligen este tipo de carreras, que son las que el mundo está demandando hoy y demandará a futuro por el cambio tecnológico que vivimos. Nosotros en 2017 creamos la Fundación Asti para que los más pequeños se apasionen por la tecnología y luego continúen en carreras STEM. Esto es doblemente importante en el caso de las niñas y por desarrollamos el programa Talent Girl. Tenemos que hacer más sexy la tecnología a nuestras jóvenes y que conozcan a otras mujeres con las que empaticen.

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