Unai Sordo: «Es un tópico lo de paz social por dinero público»
Con la negociación salarial paralizada, Sordo pide a la patronal desbloquear la situación antes de verano y anuncia que, tras el 1 de mayo, van a exigir que se obligue a las empresas a que, si externalizan un servicio, se aplique, como mínimo, el convenio del sector.
–¿Qué hacía el líder de CC OO en Cataluña encabezando una marcha separatista el pasado 15 de abril?
–El sindicato está buscando generar un espacio que se salga del escenario de los bloques y de la polarización social. Se trata de salir de la dinámica del procés. Eso es lo que hay detrás. No un viraje al independentismo. Somos una organización que está a favor de un modelo de Estado federal, no a favor del independentismo.
–¿Es CC OO constitucionalista?
–Sí, sí. Cómo no. CC OO luchó por tener una Constitución democrática en España.
––Pues apoyan ustedes el derecho a decidir. ¿No es una contradicción?
–No. El derecho a decidir tiene que ver con que el autogobierno debe contar con el aval expresado en un referéndum. Si llevamos el debate a un escenario de soberanías excluyentes, llega la confrontación.
–Pero el fin del derecho a decidir es convocar un referéndum de ruptura, por lo menos para los independentistas…
–Eso debe pregúntarselo a los independentistas. No soy independentista ni CC OO lo es.
–¿Se podría romper la caja única de la Seguridad Social y que cada región se la gestionara?
–No. El hecho de que todo el sistema esté en manos del conjunto del Estado le da mucho músculo y es un elemento de vertebración intergeneracional e interterritorial. El sistema, la caja única, es adecuado tal como está.
–Parece complicado financiar el creciente gasto en pensiones con la «tasa Google» a las grandes firmas tecnológicas.
–Sería bueno salirse de las ocurrencias y de en qué momento está más de moda gravar a uno u otro sector. Hay que garantizar que las empresas paguen lo que les corresponde del Impuesto de Sociedades porque España está más seis puntos sobre el PIB por debajo de la media europea en presión fiscal. Eso son en torno a 60.000 millones al año.
–¿Seguirán agitando la calle?
–No se trata de agitar la calle por agitarla. Pero si no hay voluntad de repartir el crecimiento, nuestra obligación es ir a un proceso de movilización creciente.
–¿Necesitan más flexibilidad los sindicatos?
–Si un sindicato no tiene capacidad de adaptación, perece.
–¿Han recuperado el nivel de financiación público previo a la crisis, por aquello de la paz social?
–Eso del paz social un tópico que se ha instalado. El nivel de financiación público de los sindicatos es bajísimo. Se nos pide negociar las pensiones, los convenios, los ERE…, pero luego se dice que cualquier acceso a recursos públicos limita la autonomía sindical y que tenemos que vivir de las cuotas. No se puede demonizar el acceso a recursos salvo que se quiera que se generen derechos sólo para los afiliados. Pero eso nos lleva a un país donde regiría la ley de la selva.
Source: The PPP Economy