Una ola de despidos azota al emprendimiento tecnológico


Se acerca el invierno para los trabajadores de startups tecnológicas que no tuvieron un negocio rentable y sostenible en el tiempo. Sólo en mayo se registraron más de 17.000 despidos de trabajadores de startups en todo el mundo, una cifra que se eleva a 127.000 despidos entre noviembre de 2020 y mayo de este año, según el portal Layoffs. El fin de una política monetaria de acceso barato al capital y las dudas en los mercados sobre la posible sobrevaloración de gigantes tecnológicos como Google son las principales causas detrás de esta tendencia.

El portal Layoffs calcula que en mayo se han producido 17.000 despidos en todo el mundo

«Afecta sobre todo a compañías de Silicon Valley en fases de madurez altas en las que se ha estimulado mucho las políticas de crecimiento a toda costa con la intención de incrementar las ventas de forma agresiva», dice

Nacho Ormeño,

CEO de Startupxplore, una plataforma de inversión en startups. Durante los últimos quince años, estas empresas que no han conseguido un modelo sostenible y rentable habían mantenido sus operaciones con el capital barato que ofrecían las entidades financieras, ya que los tipos de interés de los bancos centrales han rondado el 0% o incluso en terreno negativo. Esa situación ha llegado a su fin y los tipos de interés están empezando a subir.

«En un entorno de abundancia de crédito, las empresas se habían acostumbrado a tener un acceso relativamente sencillo a él», dice Antonio Iglesias, director de Endeavor en España, una organización sin ánimo de lucro de apoyo a los emprendedores. Ese capital barato ha permitido a las compañías enfocarse en un crecimiento rápido, sumando más financiación de la que probablemente necesitaban en realidad, dice Iglesias.

Otro factor es el posible exceso de valoración de muchas empresas tecnológicas. En ese aspecto, el Nasdaq, el principal índice de las acciones tecnológicas en la bolsa estadounidense, acumula una caída del 25% desde enero. En ese periodo, Google cae un 20%, Amazon un 30% y Netflix un 68%. Estos descensos reflejan las dudas de los inversores sobre el precio de los títulos de estos gigantes tecnológicos, temores que también se expanden hacia las startups que no cotizan en bolsa.

«Desde hace tiempo se venía hablando de valoraciones excesivas de muchas empresas y de una esperada corrección. Parece que esa corrección ha llegado y, una vez más, el mercado americano ha reaccionado muy rápido ante unas perspectivas futuras algo más sombrías, con esa ola de despidos», dice Iglesias, quien cree que cuando termine esta corrección vendrá un entorno de estabilidad en el mercado laboral y crecimiento más controlado.

Ormeño coincide con esa apreciación. En su opinión, el resultado de este proceso será que las tecnológicas van a mejorar la eficiencia de sus operaciones y en su manejo del capital con la intención de generar modelos de negocio rentables. «Con esta ola de despidos, se están quitando de encima personal que les ha ayudado a crecer, mientras que están intentando entrar en terrenos de rentabilidad al estirar su tesorería para hacer frente a un potencial invierno en el acceso a financiación», asegura.

«Están intentando reducir el dinero que ‘queman’ en sus gastos antes de quedarse sin capital para funcionar», dice Paco Bree, director académico del ‘Business Innovation Program’ de Deusto Business School. Bree cree que el resultado de esta corrección es buscar startups que puedan crecer exponencialmente, es decir, empresas que puedan multiplicar o dividir por 10 su valor actual, en lugar de apostar por modelos de negocio lineales en los que se esperan beneficios o pérdidas del 10%.

Esta búsqueda de negocios exponenciales llevará a la supervivencia de aquellos que tengan un modelo rentable que permita un alto crecimiento, mientras que los que no lo tengan se dejarán morir. «En este nuevo mundo será más frecuente el entrar y salir de proyectos emprendedores e incluso trabajar de forma simultánea en varios de ellos», dice Bree.

El impacto en España

En cuanto a cómo afectarán estos cambios a España, Ormeño cree que no tendrán mucho efecto en las empresas en fase inicial. Sin embargo, las empresas que busquen un crecimiento más agresivo y que estén en rondas de financiación de serie B y C notarán en los próximos meses que el acceso al capital será más difícil, dice. «Los inversores van a ser más exigentes con las métricas y con el uso de capital, mientras que las empresas van a tener que enfocarse en planes que demuestren que sus modelos son sostenibles», comenta.

Iglesias, de Endeavor, cree que los emprendedores españoles tienen cierta ventaja para adaptarse al escenario actual porque, en su opinión, siempre se han visto obligados a ser más eficientes en el uso de los recursos y a seguir prácticas financieras más sostenibles que las startups de otros países. «Sin duda habrá restricciones al capital, al menos temporales, que puedan retrasar los planes de muchas empresas, pero no espero una ola de despidos fulgurantes como la que hemos visto en EE.UU.», comenta el experto.

Por su parte, Bree, de Deusto Business School, insiste en la importancia de las startups tecnológicas para que España reduzca su tasa de paro y aumente su posición en innovación. Por ello, cree que el país debe centrarse en las llamadas tecnologías exponenciales, un segmento que incluye tecnologías revolucionarias como la computación en la nube, el blockchain, la seguridad, la realidad virtual y el metaverso. «España no puede quedarse rezagada», concluye.

Source: Noticias

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