Un huracán digitalizador agita el tradicional negocio de las gestorías
Las gestorías online quieren revolucionar el negocio de los despachos tradicionales. Con un servicio 100% digital y una agresiva estrategia de precios, las nuevas gestorías a distancia buscan atraer a autónomos y micropymes que hasta ahora confían la administración de sus finanzas e impuestos a las gestorías de toda la vida. «Hay una oportunidad para introducir la digitalización en la relación autónomo-gestoría. Podemos reducir el tiempo que dedica el autónomo a tareas y trámites administrativos a un máximo de 30 minutos al trimestre», dice Carlos Sánchez, director en España de Xolo.
El objetivo de las gestorías online, como Xolo o Nomo, es que los autónomos se enfoquen en hacer su trabajo y se olviden de la parte administrativa gracias a la automatización de procesos. «El autónomo sube la factura a nuestro sistema. La plataforma calcula los impuestos correspondientes y la envía automáticamente al cliente. Es un servicio 100% digital en el que el usuario también puede agregar su cuenta bancaria para tener un mayor control sobre sus finanzas», comenta Sánchez.
Su política de precios es demoledora. Para un autónomo, los servicios estándar de Xolo o Nomo varían entre los 14 y los 30 euros mensuales, unas tarifas muy competitivas comparadas con los 50-70 euros que suele cobrar un gestor de toda la vida por un servicio similar. «Estamos en el punto inicial de un mercado muy grande en el que hay mucho potencial para crecer», dice Xavier Capellades, CEO de Nomo, una startup que cuenta con el apoyo de Banco Sabadell.
Cuestión de cercanía
La confianza que el gestor tradicional genera con el cliente es la mayor barrera que limita el crecimiento de estos despachos digitales. «El cliente confía en nosotros y sabe que si existe algún problema con Hacienda, ahí estará su gestor para ayudarle», dice Adolfo Jiménez, presidente de Asefiget, una de las asociaciones de asesores fiscales y gestores tributarios. «Conocemos toda la economía del cliente. Llegamos a tener un nivel de confianza con ellos que no hay sistema tecnológico que lo sustituya», comenta Jiménez.
En su opinión, las gestorías de siempre han avanzado mucho en la digitalización de procesos. La inmensa mayoría ya no lleva la contabilidad en libros y archivan las facturas de forma electrónica. «Diría que el avance de la digitalización del sector está al 70%», comenta. Sin embargo, cree que aún queda mucho por hacer en la automatización de procesos, como la relación movimientos bancarios-facturas, para que los asesores puedan enfocarse en dar un valor añadido.
Los 3,2 millones de autónomos que hay en España son un gran atractivo para las gestoras online
«Tenemos que teclear menos y automatizar más. Necesitamos ser más asesores y enfocarnos menos en dar únicamente servicios de tareas administrativas», dice Jiménez, quien considera que la gestoría que no apueste por la digitalización cada vez lo tendrá más difícil para permanecer en el mercado. En ese aspecto, Asefiget tiene firmado un acuerdo de colaboración con Nomo para que sus afiliados puedan utilizar la plataforma. «El futuro pasa por automatizarnos», dice.
En cuanto a los precios tan baratos que ofrecen las gestorías digitales, Jiménez expresa desconfianza. «Puede ser que con ellos haya gastos adicionales en caso de una revisión o comprobación de Hacienda, mientras que con el gestor este servicio está incluido en la tarifa mensual», comenta.
Desde Xolo y Nomo —con 1.000 y 10.000 clientes, respectivamente, en sus plataformas para autónomos y micro pymes— explican que sus usuarios disponen de un servicio de asesoría telefónica y por chat para que su equipo de especialistas puedan solventar sus dudas. De esta manera, tratan de construir una relación más cercana en un intento de retener clientes y atraer a aquellos que desconfían de sus servicios.
Servicio personalizado
«Nuestro servicio es muy personalizado. Cada usuario tiene un gestor asignado con el que puede contactar por mail o teléfono», dice Capellades, de Nomo. «Esa desconfianza inicial es una barrera que en algún momento vamos a sobrepasar. Entonces, habrá una gran demanda por estos servicios digitales», predice.
En España, la industria de las gestorías está muy atomizada. Sánchez, de Xolo, calcula que existen unos 70.000 despachos distribuidos por todo el territorio que suelen competir con otros dentro de su municipio. No hay una gran marca o franquicia de gestorías para pymes y autónomos que se lleve una gran parte del pastel. «Es un sector muy atomizado donde muchos no se atreven a cambiar de gestor porque piensan que es tan difícil como cuando quieres irte a otra compañía telefónica», dice.
Hay cerca de 3,2 millones de autónomos en España, mientras que las micropymes —hasta nueve empleados— componen el 95% de todas las compañías en el país, explica Capellades. «Los autónomos quieren centrarse en su negocio y nosotros queremos que lo consigan. Tenemos una plataforma que permite manejar finanzas, impuestos y el negocio sin necesidad de tener que interactuar con terceros», dice el CEO de Nomo, una compañía nacida en 2018.
Apuesta innovadora
Esa cifra de 3,2 millones de autónomos es la principal razón por la que Xolo ha lanzado un servicio exclusivo para España, con la intención de replicarlo luego en otros países europeos. Nacida en 2015, el principal servicio de Xolo es asistir a sus clientes a completar el proceso de residencia digital en Estonia para poder crear una empresa en el país báltico. Inició operaciones en España el año pasado con un producto de gestoría digital adaptado a las necesidades de los autónomos.
«Apostamos por la tecnología para automatizar aquellas tareas que no tengan valor. Eso nos permite ofrecer un mejor servicio que el que se ha dado hasta ahora a un precio más económico», dice Sánchez, de Xolo. En opinión de Capellades, el negocio de las gestorías vive un momento similar al de las agencias de viajes con la llegada de internet. «Las agencias de viaje se han quedado para un público muy reducido. Con la gestoría va a ser lo mismo», concluye.
Un cambio en el perfil profesional