Un Black Friday más caro y con menos descuentos por la escasez global de productos


La ‘tormenta perfecta’ desatada por la actual crisis del comercio y de desabastecimiento de materias primas impactará en la evolución del trimestre de mayor consumo del año. La campaña de Black Friday 2021 -cuya jornada central tendrá lugar el viernes 26 de noviembre- será más cara y contará con menos ofertas por la presión derivada del incremento de costes que sufren fabricantes y comerciantes. También porque este año no sobrarán productos en los almacenes a los que dar salida mediante rebajas. Esta idea se extrae del informe «El acelerón del consumo y la crisis de la cadena de suministro» de KPMG, donde se concluye que los españoles anticiparán sus compras de Navidad este año para evitar quedarse sin los artículos deseados ante la posible escasez puntual de productos derivada de la ruptura de la cadena de suministros.

En el escenario actual y tras la reactivación de la demanda después del parón de la pandemia, el comercio global se ve ahora afectado por la confluencia de la escasez de algunos productos, los retrasos en los envíos y el incremento de los precios del transporte como consecuencia del encarecimiento de materias primas y los precios de la energía.

Como efecto directo de esta suma de factores, los expertos consultados prevén que durante este Black Friday se ofertarán menos rebajas. «Veremos menos descuentos que otros años tanto en niveles como en cantidad de productos rebajados. Sí se realizará una fuerte inversión para comunicar estos momentos de compra y las promociones», explica Enrique Porta, socio responsable de Consumo y Distribución de KPMG en España. A esto se une una próxima traslación de los costes en origen de los bienes finales. «Nos espera una entrada del año en la que veremos este traslado del incremento del precio de los transportes y las materias primas en los bienes», añade Leandro Real, senior advisor de Turnaround, Transformation & Working Capital de KPMG en España.

Por lo tanto, el final de año, donde se concentran gran parte de las compras, será más caro para el consumidor. «Estamos acostumbrados a ver multitud de productos con rebajas muy atractivas, pero debemos tener en cuenta que serán unas Navidades atípicas y no vamos a tener la misma variedad de productos ni descuentos a los que estamos acostumbrados; de hecho, los precios pueden llegar a subir», pronostica, por su parte, Cristian Castillo, profesor de los Estudios de Economía y Empresa de la UOC, experto en logística. «Después de un año, y con los precios de distribución por las nubes, es evidente que las empresas no pueden asumir ese coste. Si le sumamos la subida de precio de la luz o de los carburantes, esto acaba repercutiendo en el producto final y en los consumidores, ya que el precio de los productos sube», añade Castillo.

«Si las marcas planean hacer ofertas exclusivas en alguno de los canales, o hacer algo extraordinario de temporada para mejorar la experiencia de compra, deben ajustar su inventario para garantizar el suministro», argumenta María Daniela Isea, responsable de investigación de Nielsen.

Anticipo de las compras

Otra de las consecuencias de la crisis de suministros será la tendencia a adelantar las compras navideñas para sortear una posible escasez en los artículos electrónicos, videojuegos, juguetes o electrodomésticos. Aunque del mencionado estudio de la consultora KPMG se desprende que los grandes comercios descartan problemas de desabastecimiento, sí contemplan la posibilidad de que acontezcan roturas puntuales de ‘stock’.

De hecho, la crisis de suministro no pasa inadvertida para la industria, pues como indica otra encuesta de la consultora, un 82% de los ejecutivos del sector ‘retail’ teme una posible escasez en sus inventarios. Una inquietud que también comparten los consumidores: el 54% se muestra preocupado respecto al desabastecimiento y la escasez de algunos productos. «Ante los problemas de abastecimiento y crisis de inventarios, los productos de tecnología, que en general son los más demandados en estas fechas, serán los más afectados. Estos en su mayoría provienen de fabricantes extranjeros y es cada vez más complicado que cumplan la demanda completa», avisa Kike Aganzo, responsable de comunicación de idealo.es.

El temor a quedarse sin los regalos de moda ha anticipado el consumo a nivel mundial, no solo en España. «Hay indicios de que los consumidores están anticipando sus compras», concluyen los expertos de KPMG. El 61% de los estadounidenses comenzaron a realizar sus compras navideñas ya en octubre frente al 10% del año pasado. Lo cierto es que, ante esta compleja situación, el 45,8% de los españoles aseguran, que adquirirá los obsequios navideños durante el ‘Black Friday’, según un estudio de Idealo. Desde el comparador de precios también auguran que, debido al desabastecimiento de materias primas, los precios de este año serán menos competitivos que en otras ocasiones. «Un ejemplo de ello lo encontramos en casos como el de la multinacional china Lenovo, que ya ha anunciado que no rebajará el coste de ninguno de sus dispositivos», explica Aganzo.

A pesar de los obstáculos y de los problemas añadidos, se espera un incremento del consumo con respecto al mismo periodo de 2020. Los expertos de KPMG auguran que el ahorro embalsado de los españoles, que se sitúa entre 25.000 y 50.000 millones de euros según las fuentes, representa un consumo latente que podría seguir reactivándose en los próximos meses. «La disposición de comprar de manera habitual aumenta cinco puntos y la cantidad de personas que comprarán menos para ahorrar dinero disminuye de un 21% en 2020 a solo un 11% este año», sentencia Isea.

La responsable de Nielsen también llama a las marcas a planificar bien su estrategia: «Conocer el comportamiento del consumidor y la posición con la que enfrentará la época de compras navideñas y de Black Friday permitirá a las empresas planificarse en base a ello y minimizar las adversidades de suministros y rupturas de ‘stock’ que puedan presentarse».

Source: Noticias

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