Telefónica frenará su inversión en fibra si tiene que compartirla


Telefónica se había comprometido a invertir 3.500 millones de euros entre este año y el que viene en España y a llevar la fibra óptica a cada rincón de España en 2020, llegando a localidades de hasta 500 habitantes. Pero ahora, esos planes penden de un hilo. La decisión de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) de obligar a la operadora a compartir su red de fibra con el resto de competidores en todo el país, excepto en 34 ciudades, puede dar al traste con estos ambiciosos planes.

Competencia aprobó ayer en pleno el proyecto sobre regulación mayorista de banda ancha. La propuesta establece que Telefónica deberá ofrecer un acceso virtual a su red de fibra óptica en aquellos municipios donde haya menos de tres operadoras desplegando redes de nueva generación –fibra o cable coaxial– con una cobertura mínima individual del 20%. En estas ciudades, Telefónica deberá ofrecer al resto de compañías un acceso virtual a su red de fibra óptica a unos precios que les permitan igualar las ofertas de su rival. De estas ciudades quedan excluidas 34 en las que la CNMC considera que hay suficiente competencia de redes. En el listado de municipios «amnistiados» están Madrid, Barcelona, Valencia, Zaragoza, Sevilla, Málaga o Burgos. Sin embargo, quedan fuera otros núcleos urbanos importantes como Oviedo, La Coruña, Cádiz, Palma de Mallorca, Bilbao o Santander.

Mientras se desarrolla este servicio, los competidores de Telefónica podrán contar con el sistema de acceso mayorista NEBA, sin el límite actual de 30 megas establecido en la regulación vigente.

Revisión de planes

La reacción de Telefónica a la propuesta de la CNMC fue inmediata y contundente. Fuentes de la compañía que preside César Alierta aseguraron que «vamos a poner en revisión los planes de despliegue a la espera de conocer en profundidad la resolución». Los consultados explicaron que esto no significa que se vayan a paralizar los trabajos de despliegue de fibra en los seis meses que calculan que transcurrirán hasta que se resuelva de forma definitiva el proyecto –debe pasar todavía por el Ministerio de Industria, el de Economía, la autoridad de reguladores europeos del sector y la Comisión Europea. Pero sí advirtieron de que «se replantearán». «Y en el caso de que el proyecto se apruebe de modo definitivo nos pensaremos toda la estrategia inversora en fibra», avisan.

Para Telefónica, el empeño de la CNMC de que comparta su red constituye un error que «podría poner fin al modelo exitoso que ha supuesto el despliegue de fibra óptica al hogar en España», según advirtió ayer en una nota. «Se va a crear una España a dos velocidades con internet. Al no incentivar a la competencia a invertir en fibra en toda España, las operadores sólo van a invertir en las 34 ciudades en las que ya están presentes porque es donde pueden conseguir un retorno, generándose aquí una competencia brutal. Pero el resto del territorio va a quedar abandonado», advierten fuentes de la empresa.

Aunque es ahora cuando Telefónica ha mostrado públicamente su intención de congelar sus inversiones en fibra, este año ya ha ralentizado sus trabajos de despliegue de la red después de que en diciembre de 2014 Competencia ya propusiera que Telefónica diera acceso a su red a todos sus competidores en toda España, excepto en nueve ciudades. A raíz de este dictamen, la compañía ya recortó un 35% el despliegue de su nueva red. De hecho, en una presentación de resultados para analistas enviada en febrero, se marcaba como objetivo pasar de 10,3 millones en 2014 a entre 13 y 18 millones el número de unidades inmobiliarias cubiertas por su red de fibra este año. Que se quedara en la parte alta o baja de la horquilla dependía de que la regulación fuese la «adecuada», advertía la citada presentación.

14 millones

En septiembre, en un encuentro del sector, el presidente de Telefónica España, Luis Miguel Gilpérez, cifró en 14 millones los hogares que ahora tienen su fibra, lejos de los 18 millones del rango máximo incluido en sus objetivos. En ese mismo foro, Gilpérez había reiterado que la apuesta de Telefónica era invertir en España los 3.500 millones que tenía previstos. No obstante, advirtió de que la compañía podría abogar por dirigir las inversiones hacia otros mercados como Alemania y Latinoamérica. «Si no hay condiciones, me costaría convencer al consejo de administración para que dirijan a España las inversiones», aseguró.

En su batalla contra el regulador, Telefónica cuenta con el respaldo de los sindicatos. Tanto UGT como CC OO han manifestado que esta regulación que trata de imponer la CNMC pone en peligro el empleo del sector.

Casi 60.000 empleos

Los sindicatos no han puesto cifras a su aviso, pero Gilpérez sí que hizo cálculos públicos en septiembre. El número uno de Telefónica en España calcula que por cada millón de euros que se invierte en tecnologías de la información y comunicación se generan 33 empleos. Si los 3.500 millones de inversión previstos por la compañía para este año y el que viene se dividen al 50% –1.750 millones por ejercicio–, la congelación de la inversión en fibra en 2016 podría poner en peligro unos 57.750 empleos.

En cuanto al mercado empresarial, dado el menor nivel de competencia existente, la CNMC propone que la firma de Alierta ponga a disposición de otros operadores una oferta mayorista de acceso indirecto sobre fibra y cobre en todo el territorio nacional.

Source: The PPP Economy

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