Suspenso al Gobierno con unas ayudas directas escasas y tardías


No ha sido hasta este pasado mes de marzo cuando el Gobierno de Pedro Sánchez ha aprobado las ayudas directas al tejido productivo. Hasta 7.000 millones de euros para empresas y autónomos, aunque puestos en el contexto europeo y analizando su alcance real se quedan en un quiero y no puedo: el plan del Ejecutivo es el más limitado y tardío entre los adoptados por las principales economías europeas. Así lo concluye Funcas en un reciente artículo de su director de Coyuntura, Raymond Torres.

El documento alerta de que las medidas llegan «varios meses más tarde» que en Alemania, Francia e Italia, y advierte que «el principal riesgo atañe a la puesta en marcha, más compleja que en los otros países, algo que podría retrasar significativamente la llegada de las ayudas, además de plantear desafíos de gestión y de disparidad entre las diferentes comunidades».

Funcas calcula que Alemania ha aprobado ayudas directas por valor de 50.000 millones de euros (un 1,5% del PIB de 2020); Francia ha repartido 20.400 millones hasta marzo de 2021 (un 0,9%, aunque el plan es mayor); mientras que Italia ha desplegado 11.000 de los 25.000 millones previstos (ha repartido un 0,6% del PIB pero ha aprobado hasta el 1,5%). Frente a sus pares europeos, los 7.000 millones de España aún no se han implementado y apenas suponen un 0,6% del PIB. Es decir, las ayudas del Gobierno de Sánchez suponen menos de la mitad que las de Alemania e Italia, en términos relativos, y son un 30% menores a las ya distribuidas en Francia.

En comparación, las ayudas nacionales parecen más orientadas a las pymes frente al resto de potencias europeas. «España es el único país que concede una prestación mínima de 4.000 euros para todas las empresas que cumplan los requisitos de concesión de las ayudas. Esta circunstancia podría favorecer en especial a los pequeños negocios», describe el director de coyuntura de Funcas.

El sistema alemán es el más generoso de los cuatro examinados, especialmente en relación al tope de ayudas que se puede otorgar (hasta 1,5 millones de euros), frente a los 200.000 de España y Francia y los 150.000 de Italia. En Alemania, España e Italia solo los negocios que han reducido su facturación al menos un 30% con respecto a 2019 pueden solicitar las ayudas. En Francia los criterios son más permisivos, considera Raymond Torres, que encuentra que en los cuatro países las ayudas no han ido únicamente a los negocios viables.

Sectores excluidos

«Mientras que en Italia las ayudas se han generalizado al conjunto de la economía, al igual que ocurre en Alemania y Francia, en España se limitan a los sectores más perjudicados (comercio, hostelería, ocio, etc)», constata el artículo de Funcas.

En España el plan ya se ha aprobado por decreto y serán las comunidades autónomas las que gestionen los 7.000 millones de euros en ayudas directas. Sin embargo, ATA y Cepyme han denunciado los sectores excluidos de la norma, que deja fuera a dos millones de pymes y autónomos. La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, abrió recientemente la puerta a ampliar su impacto.

Precisamente, ATA calcula que si se tiene en cuenta el mínimo a percibir por autónomos y empresas, de 4.000 euros, que dispone el decreto, los 7.000 millones de euros sólo cubrirían a la mitad del tejido de los autónomos, con notables diferencias de alcance entre regiones. «Genera una discriminación muy importante entre autónomos de una y otra comunidad», se lamentó ayer Lorenzo Amor, presidente de ATA. Para muchas de las regiones el porcentaje de cobertura está por debajo del 40%. En Galicia los autónomos se quedan con un 28,3% de cobertura, seguidos de los de Castilla y León (30,7%), La Rioja (32,2%), País Vasco (32,3%), Castilla- La Mancha (34,7%) y Murcia (35%). Sólo Andalucía marca un 50% de cobertura para sus autónomos. Y Canarias y Baleares tendrían un porcentaje de alcance que completa al total de trabajadores por cuenta propia.

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