Solo un 10% de los jóvenes encuentra trabajo


Los males del mercado laboral español son conocidos. Entre ellos figuran la elevada estacionalidad y necesidad de un mayor tejido industrial y tecnológico, pero también la necesidad de suprimir trabas a la creación de empresas y a la contratación, lo que, según demandan desde tiempos inmemoriales los empresarios, implica también rebajar los costes de despido. De este cóctel tóxico hay dos grandes damnificados: las mujeres y, sobre todo, los jóvenes. Y, de entre ellos, el colectivo de menores de 25 años sin experiencia profesional se lleva la palma. Al menos así lo indican los datos. Si se encuentra usted dentro de ese perfil y busca empleo, sepa que sus posibilidades de firmar un contrato laboral son de un escaso 10%.

Misión imposible, según las cifras del segundo trimestre de 2018 analizadas por Asempleo. En el mismo periodo de 2017, la probabilidad de que un joven encontrara su primer empleo fue dos puntos superior, del 12,1%. La subida de un 22% del salario mínimo podría rebajar incluso ese porcentaje del 10%, según ha alertado la CEOE.

Esta quimérica búsqueda ofrece además una agridulce recompensa a quienes no se han dejado llevar por el desánimo: un contrato temporal en el 90% de los casos. Y, sobre todo, en el sector del comercio o la hostelería, donde se concentran las contrataciones de jóvenes sin experiencia laboral, acumulando el 46,4% del total de las contrataciones de 2018.

De hecho, lo más probable es que ese primer trabajo no supere los siete días, pues el 25,9% de todos los contratos firmados durante el primer trimestre de este año tuvieron esa duración. Es decir, nada menos que 1,3 millones de contratros realizados entre enero y marzo no pasaron de la semana. Esta tasa se mantiene en el mismo nivel del año anterior, a pesar de que en el decreto ley del pasado 28 de diciembre para la revalorización de las pensiones se incluyó un incremento de la cuota empresarial por contingencias comunes hasta el 40% (frente al 36% vigente entonces) para los contratos con duración igual o inferior a 5 días, un recargo que está en vigor desde el 1 de enero.

Por su parte, el 37,2% de los contratos suscritos en el primer trimestre del año tuvo una duración igual o inferior a un mes, algo más de 1,9 millones de contratos del total de 5,1 millones firmados entre enero y marzo, de acuerdo con los últimos datos publicados por el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE).

Entre ese negro horizonte, las posibilidades de encontrar el santo grial en forma de contrato fijo se incrementan cuanto mayor es el nivel de estudios del demandante. «El abandono temprano de la escolaridad dificulta el futuro laboral de los jóvenes, dado que los empleos de poca cualificación están sujetos a mayor competencia y fuertemente ligados al ciclo económico», remarca Asempleo. Y sin embargo, la tasa de abandono escolar se situó en el 17,9% en 2018. Aunque este porcentaje se ha reducido en 14 puntos en el último decenio, el ritmo de disminución del abandono escolar se ha ralentizado en los últimos años. Este desánimo ha creado un colectivo de medio millón de «ninis» (322.000 jóvenes en paro y 180.400 inactivos que no estudian), el 12,2% de los menores de 25 años.

Source: The PPP Economy

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