Precio de la luz: cómo ahorrar hasta 444 euros según el frigorífico que uses


El encarecimiento de los precios del gas en los mercados desde mediados del año pasado ha sido, junto al alza del valor de emisión de dióxido de carbono, el principal factor de la brutal subida del coste de la electricidad

, que ya se sitúa en un 642% por encima del dato de hace un año. Ante esta tesitura, cualquier ahorro es bienvenido.

Uno de los gastos fijos es el de los frigoríficos, presentes en todos los hogares. Saber elegir el modelo adecuado puede llegar a suponer un ahorro de más de 37 euros al año, que se traduce en 444 euros a lo largo de su vida útil, estimada en unos 13 años. Así se desprende de un

análisis de la OCU

en el que se han estudiado un total de 34 frigoríficos combi con un precio de compra siempre por debajo de 550 euros.

La instalación, clave en el ahorro

Siempre se puede seguir una sencilla guía de uso que permitirá reducir el consumo en cualquier modelo del mercado. Según la Organización de Consumidores y Usuarios, el ahorro de energía comienza en el momento de la instalación del frigorífico. Es muy importante evitar ponerlo cerca de una fuente de calor, como una cocina eléctrica, un radiador o un horno, ya que emplearía más energía para conservar la temperatura adecuada en el interior del mismo. También hay que intentar evitar

que el frigorífico esté demasiado pegado a la pared ya que necesita unos centímetros de espacio libre que permitan que el aire circule sin problemas.

Otro de los modos de ahorrar en el consumo de los frigoríficos es mediante su correcta utilización. Con estos sencillos consejos conseguirás ahorrar aún más dinero en la factura de la luz:

Evita poner una temperatura excesivamente baja. Lo más conveniente es mantener una temperatura de 5ºC en el frigorífico y de -18ºC en el congelador.

No tener abierta la puerta de la nevera sin necesidad ya que se incrementa la temperatura interior, provocando un gasto extra de energía para recuperar la temperatura idónea.

Pasar con regularidad la aspiradora por detrás del frigorífico ya que un exceso de polvo perjudica el intercambio de calor con el ambiente.

Desconectarlo de la red eléctrica de vez en cuando para descongelarlo. La aparición de tres milímetros de escarcha, por ejemplo, aumenta el consumo de energía en un 30%.

En los períodos largos vacacionales en los que se vaya a estar fuera del domicilio, se recomienda vaciar, limpiar y desconectar la nevera, dejando la puerta ligeramente abierta para evitar la aparición de malos olores.

El último factor a tener en cuenta es la manera de colocar los alimentos

en la nevera. Optimizar el espacio sin llegar a saturarlo de alimentos ayudará a evitar un gasto innecesario. Asimismo, es vital saber en qué estante poner cada tipo de alimento (en el caso de los alimentos frescos, como la carne o el pescado, es conveniente guardarlos en el compartimento especial de cero grados. Para finalizar esta guía de buenas prácticas, otro consejo de sentido común: no meter comida caliente en la nevera ni el congelador ya que supondría un esfuerzo extra que incluiría en un mayor consumo.

Source: Noticias

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