Por qué un coche eléctrico es un chollo fiscal


¿Eléctrico o de combustión? Es la pregunta que muchos se hacen ahora a la hora de comprar coche. Si la modesta autonomía y la todavía escasa red de puntos de recarga no son un problema para el interesado, la elección más clara parece el eléctrico. Al menos, si se atiende a criterios puramente fiscales.

Según un estudio de la Fundación ENT publicado en la web del Ministerio de Industria, por un vehículo eléctrico se tributa, de media, un 88,9% menos que por un diésel o un gasolina. Mientras que las administraciones recaudan por un coche eléctrico 72 euros al año en impuestos, por uno de gasoil se embolsan 535 euros, mientras que por uno de gasolina ingresan 754 euros.

Para el cálculo de la fiscalidad de los coches de combustión, el estudio tiene en cuenta el impuesto de matriculación, el de tracción mecánica y el de hidrocarburos. Para el del vehículo eléctrico tiene en cuenta el impuesto de electricidad y el impuesto de valor producido de la energía eléctrica.

Combinando todos estos factores, y partiendo de un escenario base para un vehículo eléctrico con un gasto de 0,20 kilovatios hora, de 0,07 litros el kilómetro de un diésel y de 0,09 litros el kilómetro de un gasolina, la tributación media del eléctrico es inferior en 463 y 681 euros, respectivamente.

Aunque el vehículo eléctrico ha tomado impulso en los últimos años en España, su número sigue siendo todavía muy reducido. En este momento circulan 63.000 unidades, apenas el 1% del total del parque móvil, según la «Guía de Movilidad Eléctrica por Entidades Locales». En 2017, había menos de la mitad, 27.689.

Source: The PPP Economy

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