Pensiones entre alfileres


La inversión de la pirámide poblacional representa el problema estructural más grave al que se enfrentan las arcas públicas. La Seguridad Social encara un desafío demográfico, y sus cuentas no cuadran. En 2020 más del 20% de los españoles tendrá más de 65 años, por lo que la salud del actual sistema depende de las nuevas generaciones, cada día más menguantes. Pese a la confianza desmedida de los contribuyentes, «papá Estado» no tendrá recursos suficientes. Entonces, ¿habrá dinero para pagar la pensión que, según el simulador de cálculo recientemente puesto en marcha, corresponden a cada cotizante?

España envejece. La edad media ya supera los 43 años, y la longevidad de la población provocará una bajada inexorable de las pensiones públicas. En un sistema de reparto, como el nuestro, a largo plazo se producirá un desequilibrio entre el número de cotizantes y el de pensionistas. Es decir, una amenaza para la viabilidad futura del actual régimen.

Si bien es cierto que una tasa de paro alta se corresponde con un bajo número de afiliados a la Seguridad Social y, por tanto, con una disminución de la base de cotizantes, la problemática de las pensiones está más relacionada con los cambios demográficos que con el nivel de desempleo. En 2035, cuando muchos de los españoles que nazcan este año comiencen a trabajar, el número de pensionistas rebasará los 12 millones, lo que supondrá una grave dificultad para financiar las pensiones. En 2016 habrá más de 10 millones de pensiones en España por primera vez. Y, según el decreto de revalorización anual que el Ejecutivo ha remitido a los agentes sociales, se les aplicará un incremento lineal del 0,25%.

Source: The PPP Economy

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