NextTech, un primer paso para dar alas a los unicornios


«España: tierra de revolucionarias startups tecnológicas». Ese es el ambicioso objetivo que persigue el gobierno con NextTech, un fondo dotado con 2.000 millones de euros públicos para que las empresas de rápido crecimiento no tengan que buscar financiación en el extranjero. «Los recursos son para un periodo inicial de cuatro años. Ya hay 500 millones disponibles para esta segunda mitad de 2021», explica a ABC Carme Artigas, secretaria de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial.

NexTech plantea movilizar un total de 4.000 millones de euros en compañías de base científica. Esa cifra se logra con 2.000 millones públicos y otros 2.000 del sector privado. Funciona con un sistema de ‘matching’, o pareo, por el que el gobierno aporta una cantidad similar a la que invierte el privado. «Es un modelo 49-51%. Por ejemplo, si los privados ponen 51 millones, desde el ICO aportamos otros 49 millones», explica Artigas, quien define NextTech como un «fondo de fondos». A cambio de esas inversiones, el gobierno obtendrá participaciones indirectas en las startups para que NexTech sea sostenible desde el punto de vista financiero. «El objetivo es que genere sus propios recursos cuando deshaga sus posiciones en las compañías en las que ha invertido», dice Artigas, quien lidera la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial (Sedia) desde enero de 2020.

Etapas maduras

Los 4.000 millones lo convierten en el segundo fondo de capital riesgo con apoyo gubernamental más grande de Europa, superando los 7.000 millones que tiene el de Alemania o los 2.000 millones del de Francia, explica la Sedia. El objetivo del fondo es apoyar a startups que se encuentren en etapas de expansión y consolidación, es decir, no está pensado para aquellas que dan sus primeros pasos. «Vamos a invertir de Series B en adelante», explica la secretaria durante una entrevista con ABC.

Las startups pasan por distintas fases a lo largo de su vida. Y hay una ronda de financiación pensada para cada etapa de desarrollo. Empiezan por la fase semilla y después, según crecen, realizan Series A, Series B o Series C en la que cada letra indica cuál es su etapa de maduración. En España, el 60% de la inversión anual en capital riesgo es para la fase semilla, el 32% es para las que están en estado ‘intermedio’ y sólo el 8% es para las que están en la etapa de ‘escalamiento’. Esta última fase es en la que entra NexTech para que las startups se financien en España.

«Cuando llegan a esa fase de evolución, muchas startups españolas tienen que irse a otros países porque tienen dificultades para encontrar financiación aquí», dice Agustín Baeza, director de asuntos públicos de la Asociación Española de Startups, quien valora de forma positiva la creación de este fondo gubernamental. «Hay que ver cómo se concreta, pero esta aportación pública puede suponer un punto de inflexión», comenta Baeza.

Con los 4.000 millones público-privados, NexTech espera dar un empujón a las startups en su fase de ‘escalamiento’ para que traten de alcanzar el glamuroso estatus de ‘unicornio’, término que engloba a las empresas no cotizadas valoradas en 1.000 millones de dólares. «El problema actual es que, por diversos factores, muchas startups no llegan a ese punto de escalabilidad para ser unicornio», dice Baeza. La falta de financiación en esas fases es uno de los principales obstáculos, pero también lo son la fiscalidad, la burocracia y la necesidad de crear un ecosistema más sólido.

Lejos de los líderes

En España, apenas hay un puñado de los más de 500 ‘unicornios’ que existen en todo el mundo. Cabify, Wallbox, Glovo o Idealista son algunas de las que sí han alcanzado ese estatus. «De los cerca de 500 ‘unicornios’, la mitad están en Estados Unidos. Otros 125 en China, unos 20 en Reino Unido y en toda la Unión Europea hay 60», detalla Luis Garvía, profesor de ICADE.

EE.UU. y China cuentan con una industria del capital riesgo consolidada para la fase de ‘escalamiento’ (‘scale up’, en inglés), según explica Garvía. En ese aspecto, NexTech es un paso importante para comenzar a crear un ecosistema que apoye a las startups en sus etapas de expansión y consolidación con la intención de que el talento español no se marche.

«Necesitamos crear una infraestructura para retener todo el valor que crean los emprendedores», dice Garvía, quien califica NexTech como un proyecto «totalmente necesario» desde la administración pública. «En el mundo industrial, la administración podía funcionar de una forma tradicional. Pero ahora estamos en una era digital y el sector público debe actuar de manera digital», comenta el profesor de ICADE, quien añade que con este fondo de capital riesgo «el gobierno está invirtiendo en algo valioso para el propio Estado y para España en su conjunto».

El fondo NexTech forma parte de las herramientas del gobierno para fortalecer el ecosistema de startups en España. Una de las principales patas de la estrategia es la nueva ley de startups, cuyo anteproyecto de ley fue aprobado a mediados de julio y que actualmente se encuentra en proceso de consulta pública. Si todo sigue su cauce, la medida comenzará su trámite parlamentario con vistas a ser aprobada durante el primer semestre de 2022, detalla Artigas, la secretaria de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial.

Avance hacia el cambio

Desde la Asociación Española de Startups, Baeza da la bienvenida a una legislación que sirva como mecanismo regulador que impulse y vertebre la industria del emprendimiento. «Las startups cuentan con un fuerte componente tecnológico, son innovadoras y su modelo de negocio es escalable», explica.

Esas características las convierten en un elemento fundamental para transformar el tejido productivo de la economía española. NexTech es un primer paso para lograrlo. «Queremos que no quede ni una buena idea en España sin financiación», concluye Artigas.

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