México, el nuevo Dorado ante la amenaza de Trump


El pasado mes de marzo se cumplió el 40 aniversario del restablecimiento de relaciones diplomáticas entre España y México. Unas relaciones bilaterales que, año a año, se han ido consolidando hasta el punto de que nuestras empresas han invertido desde el año 2.000 cerca de 55.000 millones de euros en el país norteamericano. Algo que le sitúa a la cabeza de los países europeos, y en una posición de privilegio ante el terremoto de Donald Trump que ya ha dejado entrever su predisposición a redefinir de nuevo las normas del juego.

El TCLAN (Tratado de Libre Comercio de América del Norte) se tambalea, algo que ya presagió el presidente estadounidense, a principios de abril, afirmando que «habrá sorpresas agradables» en la renegociación del tratado, poco después de asegurar que «ha sido un desastre desde el día en que fue imaginado».

Uno de los principales problemas para México en este asunto es la gran dependencia que tiene hacia sus vecinos del norte. Según los datos del Gobierno azteca, el 84% de sus exportaciones son hacia Estados Unidos. Si se cumplen los pronósticos, y Estados Unidos aplica una política arancelaria más estricta, no haría si no encarecer los productos mexicanos haciendo que bajen consecuentemente sus exportaciones y se desequilibre aún más su balanza comercial.

Ante este paradigma, la respuesta no debe ser otra que diversificar e intensificar las relaciones comerciales con otros países. Roberto Martínez, director de la OCDE para México, considera que «la estrategia debería pasar por posicionarse mejor en actividades de mayor conocimiento y valor agregado, diversificar y, por supuesto, tener en consideración que sus esfuerzos pueden ser igualmente atractivos para otros países inversores como España».

En este contexto de renegociación y búsqueda de nuevos aliados,cobra una importancia significativa la revisión del Tratado de Libre Comercio entre México y la Unión Europea (TLCUEM) firmado en el año 2000. A ambos lados del Atlántico reconocen la necesidad de revisar los acuerdos 17 años después. Así lo opina Nieves Díaz, consejera comercial del Icex en México: «Las dos partes estamos interesadas en abrir un nuevo marco regulatorio comercial que mejore el firmado en el año 2000. En este sentido, es importantísima la posición de España en la Unión Europea, una clara puerta de entrada para las empresas mexicanas y un firme valedor de sus intereses. Estamos seguros de que tanto México como la UE saldremos reforzados de esta renegociación, ya que creemos en la eliminación de barreras comerciales y en la inversión como condiciones necesarias para estimular el crecimiento».

Sobre el terreno, las multinacionales españolas instaladas en México como BBVA, Santander, Iberdrola o Telefónica han conseguido situarse en líderes de sus respectivos sectores. En el caso de la banca, la crisis económica que vivió México en los años 90 abrió las puertas del sistema financiero a empresas extranjeras. En este contexto entraron BBVA y Santander rescatando viejos bancos mexicanos en quiebra y trayendo buena parte de su negocio al otro lado del charco (el 7,3% y el 27,6%, respectivamente).

En otros sectores, como el energético o el de las telecomunicaciones, se están planteando, además, otros horizontes interesantes tras las reformas que está acometiendo el Gobierno de Enrique Peña Nieto. Este es uno de los puntos más atractivos para aquellos interesados en invertir en México. De acuerdo con Martínez, director de la OCDE para México, «las reformas están dando entrada a nuevos inversionistas extranjeros, que tienen mucha más familiaridad con el mercado mexicano, como la española».

Ante esta oportunidad, empresas españolas como Gransolar (GRS) se lanzaron el año pasado a la conquista del nuevo mundo y el próximo mes tienen previsto inaugurar su planta solar en Camargo (Chihuahua). Francisco García, «country manager» de Gransolar en México, reconoce que estas liberalizaciones en sectores estratégicos han puesto al país en el punto de mira. «Tenemos el máximo interés en participar en el futuro desarrollo de la energía solar fotovoltaica en el país». El suyo es un caso doblemente interesante de analizar, ya que son recién llegados que han logrado invertir con éxito en el país. «En nuestro caso el establecimiento ha sido fácil gracias a la actitud colaboradora de las autoridades», asegura García.

Sector turístico

Pero si hay un sector que, sin duda alguna, hay que destacar ése es el turístico. Una actividad que supone el motor de la economía mexicana. Representa en torno al 10% del PIB, genera casi 4 millones de empleos directos, y gestiona un volumen de 32 millones de turistas. Y eso sin tener en cuenta el turismo nacional, que representa el 82% del gasto turístico en el país, con previsiones que llegan a los 100 millones de turistas nacionales en 2020. Un tremendo flujo, que empresas, como NH, Barceló o Meliá, han sabido aprovechar dando acompañamiento a los más de 300.000 turistas españoles que llegan cada año a México.

Una de las empresas que lidera la apuesta por el turismo mexicano es NH Hoteles. Eduardo Bosch, «managing director» para América, explica que actualmente operan en 13 hoteles en todo el país. Además, México es también donde más proyectos tienen en ejecución en el mundo (seis proyectos y 774 habitaciones). La empresa aterrizó en el país 2001, por lo que conoce muy bien el mercado, la cultura y la forma de hacer negocio. «El sector está consolidado y en auge, por lo que seguimos buscando oportunidades de la mano de inversores y propietarios», comenta Bosch

El contexto internacional invita a pensar que México está ante un momento clave. Con unas elecciones presidenciales a la vuelta de la esquina, con Trump prometiendo una dura política comercial, y con nuevos horizontes de crecimiento de los que España podría sacar provecho. Paralelamente, en Europa, se va a vivir una situación similar con la negociación del Brexit. La retirada de activos de la City tendrá que ser redirigida a otros mercados internacionales más apetecibles. Uno de ellos puede ser el mexicano. Y la ruta comercial puede pasar por España.

Source: The PPP Economy

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