Máxima preocupación por el futuro de las pensiones
Siete de cada diez españoles creen que su generación no tendrá una pensión pública. Y en el caso de recibirla, más del 80% considera que ésta no será suficiente para cubrir los gastos mínimos y necesarios para sobrevivir. Por ello, son muchos los que piensan que la única alternativa para no perder poder adquisitivo es trabajar más allá de la edad legal de jubilación. En concreto, según se desprende de los datos de Instituto Aviva, el 69% de los encuestados opina que tendrá que hacerlo para poder financiar su retiro. Y es que la galopante longevidad hace que cada vez vivamos más y en mejor estado de salud, por lo que retrasar la jubilación hacia edades más tardías y trabajar más años, aunque menos horas, comienza a resultar bastante habitual.
Pese a que tradicionalmente nuestro sistema de pensiones haya sido uno de los más protectores de Europa, el entorno económico adverso de los últimos años ha restado confianza a los españoles sobre su futura viabilidad. De hecho, José Manuel Jiménez, director del Instituto Aviva, asegura que la jubilación ha pasado este año a ser la principal preocupación financiera de los españoles, incluso por encima de la vivienda o de la hipoteca.
La Seguridad Social se financia a través del sistema de reparto, basado en que los ingresos por las cotizaciones sociales de cada año se destinan a pagar las pensiones de ese mismo ejercicio. Pero como cada vez hay más pensionistas por cada cotizante –debido a la inversión de la pirámide poblacional y a la alta tasa de paro-, el desequilibrio entre gastos e ingresos no deja de aumentar.
Más allá del envejecimiento y de la consecuente necesidad de retribuir a los mayores durante más tiempo, la población activa ha disminuido de forma notoria y los ocupados no aumentan al ritmo que requiere la sostenibilidad del sistema. Además, los salarios no crecen lo suficiente como para que las cotizaciones puedan sufragar el gasto. El sistema puede estar al borde del colapso, y muchos defienden incluir una parte de las pensiones en las necesidades presupuestarias. No obstante, y aun financiándolo vía presupuestos, urge una profunda reforma. No más parches. El futuro está en juego.
A un mes de que se celebren las elecciones, lo único en lo que coinciden los principales candidatos a gobernar es en el grave diagnóstico sobre el futuro de las pensiones. Sin embargo, las diferencias entre las soluciones que proponen unos y otros resultan más que evidentes. Si desde el PSOE advierten de que «el sistema está en riesgo», en el PP admiten que existe una preocupación sobre cómo financiar las pensiones en el futuro.
El gasto mensual en pensiones contributivas de la Seguridad Social superó en mayo los 8.467 millones de euros, lo que supone un incremento del 3,04%. Y la pensión media de jubilación se situó por encima de los 1.041 euros mensuales, un 2,10% más que hace un año. La pensión media del sistema fue de 902,31 euros al mes, un aumento interanual del 1,88%. Incluyendo el alquiler imputado, los jubilados tienen hoy en día un nivel de ingresos superior al de los ocupados. La renta media por persona ocupada con alquiler imputado se situó el año pasado en 13.620 euros, cuando en el caso de los jubilados mayores de 65 años escaló hasta los 15.917 euros. Así, casi el 24% de los pensionistas se encuentra en el quintil de mayor renta.
«No debemos ser alarmistas sobre la sostenibilidad de las pensiones, aunque es absolutamente necesario reavivar el debate, ya que el sistema está actualmente en déficit y resulta fundamental tomar medidas urgentes, encaminadas sobre todo a la captación de ingresos». Jiménez también cree que es imprescindible reinventar el Pacto de Toledo, debido a los constantes cambios que se han experimentado a lo largo de los últimos 20 años. La crisis financiera ha reducido drásticamente el número de cotizantes, y las proyecciones demográficas confirman que la esperanza de vida seguirá en aumento -España ya es uno de los países más envejecidos y longevos del mundo-. Ante esta situación, el director del Instituto Aviva sostiene que es fundamental continuar introduciendo reformas en el sistema con una perspectiva temporal a largo plazo.
Dado que la jubilación es una de las grandes preocupaciones económicas de los españoles, el sistema de pensiones ha sido tradicionalmente uno de los temas centrales del debate político. Máxime, en campaña electoral. En este sentido, una reciente encuesta del Instituto Aviva reflejaba las demandas que los españoles harían al nuevo Ejecutivo en materia de pensiones. Y las tres peticiones más repetidas fueron, por orden de preferencia, un pacto entre todos los partidos políticos para garantizar la sostenibilidad del sistema público, no aumentar más la edad legal de jubilación y subir la cuantía de la pensión mínima. Además, más de la mitad de los encuestados reclamaron que las pensiones dejaran de ser utilizadas como arma electoralista, lo que «muestra la necesidad que tiene la ciudadanía de que se consensúen soluciones reales a largo plazo para garantizar el bienestar de todos», concluye Jiménez.
Source: The PPP Economy