Malasia compra el primer dron 100% "Made in Spain"


Los guardacostas de Malasia exhiben en la feria de Defensa DSA de Kuala Lumpur una maqueta de sus nuevos patrulleros de última generación. Recrea con todo lujo de detalle los mismos, incluso en la cubierta puede verse un «extra», quizás uno de los mas modernos que lleva: el «Fulmar», el primer dron 100% español que se ha vendido a un país extranjero. «Están orgullosos», dice Jacobo Landeira, responsable de Ventas y Desarrollo de Negocio de Thales, una de las empresas más activas en el mundo de los vehículos aéreos no tripulados, los también conocidos como UAV. Pero ellos también lo están, porque a partir de final de año entregarán a la Agencia Malasia de Seguridad Marítima dos de los seis aparatos que han adquirido. Hasta el propio ministro de Defensa del país se ha interesado por todos los detalles del «pájaro», como lo denominan en la compañía. Es la primera venta, pero no la última. De momento, esperan cerrar otra antes de que acabe el año. ¿Dónde? «En el sudeste asiático…», es lo único que va a decir Landeira, aunque añade que «Latinoamérica podría ser también…». No quieren vender la piel del oso antes de cazarlo, pero sí que reconocen que en la actualidad «tenemos sobredemanda» y hay «muchos países interesados»: Corea, Filipinas, Singapur, Australia, Perú, Chile, Uruguay, Paraguay…. «La demanda es espectacular», asegura mientras deja claro que el «Fulmar», producido y diseñado en Getafe, es «tecnología innovadora, Marca España».

Pero, ¿qué hace tan especial a este aparato en un mundo en el que cada vez hay más drones? «La clave es la versatilidad», apunta Landeira, pues es «de utilidad tanto en el mundo militar como en el civil». Y dentro de ellos, las opciones son casi infinitas. De hecho, «no es un sistema complejo, pero ofrece muchas capacidades». Entre ellas, una «muy novedosa»: puede recogerse en el propio buque con él en movimiento gracias a un sistema también «Made in Spain». «Se ha desarrollado un sistema de seguimiento y una red de plegado que se abre antes de que aterrice sin que el barco se pare», explica. Algo clave para no tener que detenerse durante una misión.

Es sólo una de las posibilidades que ofrece el «Fulmar» pues, como explica Landeira, puede usarse para todo tipo de trabajos: «En desastres naturales, para ver cómo están las rutas de acceso; en minería, para comprobar el estado del suelo; en pesca, para buscar los bancos de peces; para supervisar instalaciones petrolíferas, en agricultura…». Incluso el Ministerio de Cultura de Perú se ha interesado por el «pájaro» para sobrevolar la selva en busca de ruinas. Según los sensores, cámaras o accesorios que se le instalen varía su función en minutos. Eso sí, deja claro que «nunca hay un UAV que sirva para todo».

Esta innovadora tecnología es fruto de «la alta cualificación de los ingenieros españoles. Somos muy competitivos y a la vez muy creativos, con unos estándares de calidad muy importantes». Así que a través de acuerdos con pymes españolas hacen «de elemento tractor de la industria». «La ventaja es que en España las pymes tienen ingenieros muy buenos y son empresas muy versátiles. Juntamos versatilidad y conocimiento y marcamos las directrices de lo que queremos». Un ejemplo: han cualificado a empresas locales para hacer, entre otros componentes, el ala. Una externalización que se debe a esa gran demanda, que obliga a formar a otras compañías para manejar bien los tiempos y no verse desbordados. Un proceso que se realiza bajo la tranquilidad del paraguas de una gran empresa como Thales, con recursos, presencia mundial y capacidad de distribuir en todo el planeta. Pese a ello, Landeira reconoce que a veces «es complicado convencer a una multinacional de que invierta en España», aunque en esta ocasión «hemos jugado con el peso que tiene su Industria y la capacidad de Ingeniería demostrada en diferentes entornos como el civil, el militar o el ferroviario». Tampoco olvida el apoyo institucional, «que es fundamental. El que España esté detrás es muy interesante y cuando vamos fuera, el soporte que nos brinda la Administración es muy importante para nosotros».

En el caso de Malasia y de esta venta concreta, Thales cuenta con presencia en el país, por lo que sus empleados recibieron formación en España para luego ser ellos que formen a los trabajadores malasios. Primero, para agilizar el soporte, el mantenimiento y la reparación de los aparatos y, segundo, «por el idioma, que es algo muy importante», recalca Landeira. De hecho, durante el desarrollo del «Fulmar» trabajaron codo con codo con el astillero que construye los buques, porque equiparlos con este aparato «exige unas características especiales. Los fabricantes se han dado cuenta de que lo que los usuarios quieren condiciona el diseño y tenemos peticiones de astilleros extranjeros para trabajar con ellos».

En Thales tienen claro que Malasia es sólo el primer paso y apuntan alto: «A día de hoy nos interesa todo el mercado. No discriminamos a nadie».

Source: The PPP Economy

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