Los pedidos industriales alemanes tocan máximo histórico gracias a la construcción de grandes vehículos


La industria alemana recibió el mes de julio un número de pedidos récord. Las empresas registraron un 3,4% de pedidos más que el mes anterior y tocó su punto máximo desde el inicio de la estadística, que tuvo lugar en 1991, tras la reunificación de las dos Alemanias. Los economistas encuestados anteriormente por Reuters esperaban una caída del 1%, después de un aumento del 4,6% de junio y teninedo en cuenta el actual contexto de escasez de materias primas y componentes. «Es una locura», comenta el economista jefe de Bankhaus Lampe, Thomas Gitzel, «el desarrollo del dato es sinceramente sorprendente».

La actividad industrial alemana ha vuelto por tanto con creces al nivel previo a la pandemia. En comparación con febrero de 2020, el mes anterior a que comenzaran las primeras restricciones, los pedidos entrantes en julio de 2021 fueron un 15,7% más altos sobre una base ajustada. En comparación con julio de 2020, que se vio todavía significativamente afectado por la pandemia, aumentaron un 24,4%. Sin embargo, algunos previenen contra un excesivo optimismo a raíz de este dato y señalan que la situación es engañosa. «El aumento significativo en comparación con el mes anterior se debe a los grandes pedidos», reconoce la Oficina Federal de Estadística. Sin tener en cuenta esos grandes pedidos, el dato habría caído un 0,2%.

Examinando detalladamente los datos, nos encontramos con que el aumento de los pedidos de componentes se debe principalmente a la «construcción de otros vehículos». Esto incluye la fabricación de aviones o barcos, por ejemplo, que aumentó en un 75% después del ajuste de julio pero que no puede esperar un desarrollo sostenido en torno a esos niveles. Ningún otro sector puede siquiera acercarse a tal crecimiento. La industria del metal y la fabricación de dispositivos electrónicos incluso se están contrayendo ligeramente, en comparación con el mes anterior. «Esto demuestra una vez más que el auge de pedidos en la industria alemana está perdiendo impulso cada vez más», comenta con cierto pesimismo el economista de Commerzbank Ralph Solveen. Si excluye la construcción de otros vehículos, la entrada de pedidos en julio se redujo en un 0,6%.

A esto hay que añadir que los expertos también se muestran relativamente escépticos sobre si las empresas realmente pueden implementar los pedidos recibidos. El aumento de la demanda desde la flexibilización de las restricciones, así como los problemas en las cadenas de suministro globales, significan que las empresas carecen de materias primas y los componentes más costosos. Los fabricantes están sintiendo los cuellos de botella, especialmente en los productos primarios directos, acero, aluminio, cobre y madera. El embalaje también es escaso en todas las industrias, al igual que los componentes electrónicos.

Existe una falta masiva de semiconductores en la industria automotriz. El sector minorista informa por su parte de cuellos de botella en los textiles. «Debido a la falta de materiales y productos preliminares, existen dificultades especiales para procesar los pedidos», confirma el economista Bastian Hepper de Bankhaus Lampe, «y no se vislumbra una solución rápida, de manera que es probable que la producción y la recuperación económica también se desaceleren en los próximos meses». Sebastian Dullien, director científico del Instituto de Macroeconomía e Investigación del Ciclo Económico (IMK), también coincide en que «la dinámica de la producción industrial, por lo tanto, seguirá siendo bastante moderada en el tercer y primer trimestre del año». Otros analistas son más optimistas, como Jens-Oliver Niklash, del banco LBBW, que sonríe ante «esta sorpresa positiva» y añade que «esperamos que las dificultades de abastecimiento se disipen en los próximos meses».

Seguramente el elemento más esperanzador sea el aumento de las ventas, un 1,9% superior al de junio, lo que también indica un aumento en la producción. Este desarrollo no se debe solamente a la construcción de otros vehículos, que solo registró un ligero aumento en las ventas. También habla de esperanza la mayor demanda internacional, que por sí sola aseguró el buen desempeño y aumentó en un 8%, especialmente en las regiones exteriores a la zona euro, con un 15,7%. Los pedidos nacionales, por otro lado, cayeron un 2,5%.

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