
Los inversores y los clientesnos exigen sermás sostenibles
Las empresas tienen un compromiso con la sociedad, pues de ella surge el beneficio que obtienen. Por eso, deben ser parte activa a la hora de combatir los problemas a los que se enfrenta la civilización. Uno de los que más preocupa a día de hoy es el mal estado del medio ambiente y el agotamiento de los recursos. Algunas corporaciones han orientado su actividad y su responsabilidad a un mayor aprovechamiento de los medios.
Es el caso de las empresas e instituciones que participaron en el debate organizado por LA RAZÓN, «Empresa y Sostenibilidad». Se trata de Siemens Gamesa, representada por su director de Sostenibilidad, Isaac Ruiz; Suez Área Centro Norte, por la que asistió su directora de Desarrollo Sostenible, Laura de Vega y, por último, la Asociación de Empresas de Energías Renovables (Appa), personificada en el presidente de su rama fotovoltáica, Jorge González Cortés, que también es director Comercial y de Marketing de Gesternova Energía.
Para las empresas, la sostenibilidad es una cuestión de gestión de los recursos, empezando por los humanos. Los empleados, contó Ruiz, «son lo fundamental». Que estén contentos en su puesto de trabajo es el primer paso para que se impliquen con los compromisos sociales como la lucha a favor del medio ambiente. En el caso de Siemens Gamesa, dijo, proponen jornadas laborales flexibles, teletrabajo, facilitar la conciliación y oficinas abiertas. En definitiva, se trata de fidelizar al empleado y hacer que su vida laboral «sea lo más cómoda posible».
Por otra parte, González afirmó que en Gesternova han intentado crear un «grupo homogéneo» de trabajadores, buscando gente con valores y formas de ser parecidas. Pero además de los empleados, para González otro actor que ha ganado relevancia es el cliente: «Ahora no basta que el producto de una empresa sea bueno, su negocio debe favorecer al entorno porque cada vez más lo que las compañías hacen tiene que producir un impacto positivo».
En ese sentido trabaja Suez, un grupo industrial que se dedica a la gestión del agua, sabiendo perfectamente que se trata de un recurso que escasea cada vez más. Y como el agua es fundamental para la vida de los seres humanos, se la «garantizan a todas las personas en riesgo de no poder pagarla», explicó De Vega, y es que, añade, «en nuestro país esta actuación es muy relevante pues hay alrededor de 10 millones de personas con rentas por debajo del umbral de pobreza».
Sin embargo, no todas las empresas fomentan que sus empleados cuiden el medio ambiente, ni creen en el agotamiento de recursos como el agua. Algunas aún niegan el cambio climático, manifestó Ruiz, y se apoyan en discursos negacionistas como el del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. González sostuvo que uno de los argumentos más recurrentes de esta multinacional es que «otras quieren forrarse a costa del cambio climático».
No obstante, subrayó que eso no tiene sentido porque «nadie se ha preocupado por el hecho de que las empresas del sector petrolero sean las más poderosas del mundo». Luchar a favor del medio ambiente o negar su mal estado, aseguró González, es una cuestión dogmática, de espectro político. Y si nos centramos en lo económico, dijo, «el ahorro de energía y de agua produce unos beneficios», así que quienes luchan contra el cambio climático encuentran más argumentos que los negacionistas.
Source: The PPP Economy