Los hipotecados se blindan con los tipos fijos y dan la espalda a las ofertas de la banca
La curva del euríbor es cada vez más empinada y nada hace indicar que vaya a suavizarse, sino puede que todo lo contrario. El índice al que están referenciadas el 80% de las hipotecas en España volvió a positivo en abril por primera vez desde 2016 y en mayo continuó su escalada. La preocupación entre los hipotecados va en aumento, y también entre quienes tienen que tomar la decisión ahora.
Préstamo para vivienda a tipo fijo o a tipo variable. Ahí está el dilema entre los que se lanzan en estos momentos a comprar casa, porque por una parte el euríbor sigue en valores anormalmente bajos; por otra, la previsión es que aumente aún más, pero sin saber cuánto y por otra están las entidades financieras presionando con sus ofertas a variable.
Los datos dan una muestra de cómo se está comportando la demanda, pero la incertidumbre de cara a los próximos meses es total. A principios de 2022, el euríbor inició su escalada y la reacción no se hizo esperar. Es cierto que en los últimos meses del año pasado la cantidad de hipotecas que se firmaban a tipo fijo ya superaban el 65%, pero a partir de enero de este ejercicio la tendencia se ha agudizado hasta superar el 70%. El pico máximo se alcanzó en el 73,8% de hipotecas firmadas a tipo fijo en febrero, mientras que en marzo continuó en dichos valores acariciando el 73%. Más de siete de cada tres se firman a esta modalidad, cuando en 2015 no se superaba ni el 10%. Fuentes financieras confirman que en las sucursales lo que más se solicita es el tipo fijo y todavía esperan varios meses más bajo este panorama, a la espera de mayor claridad económica.
Los consumidores mantienen su interés en las hipotecas a tipo fijo debido a la seguridad que generan ante la incertidumbre, ya que no tienen sobresaltos en el interés a abonar cada mes: siempre se paga lo mismo, según recuerda el asesor hipotecario iAhorro. En cambio, con el tipo variable se está a expensas de los vaivenes del euríbor. Sin embargo, desde esta misma compañía indican que la tendencia cambiará y los créditos a tipo variable volverán a ser los más comunes, como ocurría históricamente en España hace no tantos años.
Así las cosas, los factores externos que afectan a la economía española, como la guerra de Ucrania o la tendencia inflacionista, dificultan prever la evolución del euríbor, que es sensible ante la incertidumbre económica y especialmente ante la subida de tipos de interés del Banco Central Europeo (BCE). Desde iAhorro esperan que el indicador se sitúe en torno al 1,35% a finales de año y continúe en aumento hasta que la situación económica se normalice –una previsión más elevada que el resto de analistas, que hablan más del 0,5%–. Actualmente, a cierre de mayo, se sitúa ya en el 0,287%, cuando en diciembre estaba en negativo en el -0,501%.
Ahora los usuarios parecen seguir confiando en el tipo fijo porque todavía pueden encontrarse préstamos a un 2% para toda la vida del crédito, lo cual sigue siendo barato en comparación a tiempos pasados. La banca lleva desde enero endureciendo los créditos para vivienda de esta modalidad y potenciando el tipo variable, con ofertas de interés bonificado durante el primer o los primeros años del préstamo. Pero ello no parece convencer a los hipotecados, que prefieren la seguridad frente al riesgo.
«Con la actual previsión del euríbor, el margen de beneficio para las entidades financieras aumenta en las de tipo variable, lo que se refleja en las ofertas para este tipo de préstamos», apuntan desde iAhorro. La realidad es que casi todos los bancos están apostando ya por el tipo variable, con la excepción de Caixabank que sigue confiando en las posibilidades del fijo.