Los futuros aerotaxis europeos calientan motores en Zaragoza
Recibir una pizza en casa a bordo de un dron, transportar medicamentos o movernos por la ciudad en aerotaxis que son pilotados desde tierra por control remoto. Suena a futuro, pero todo eso ya es una tecnología real. En China ya se prestan servicios aéreos de este tipo para transporte de mercancías y de personas. El gigante asiático tiene operativos cuatro grandes centros de control, capaces de gestionar y supervisar miles de vuelos de drones.
En Europa se está trabajando ahora en la regulación de esta nueva movilidad aérea que exige estrictos protocolos y certificaciones antes de desplegarse para usos comerciales. Pero quienes se mueven en este sector dan por seguro que empezará a ser una realidad en países europeos en pocos años.
En ese decisivo tránsito que exige experimentación y homologación, España ha pasado a ser un escenario estratégico: desde hace unas semanas, Zaragoza es la primera ciudad europea que cuenta con un espacio aéreo urbano para realizar vuelos de pruebas de este tipo de drones de alta capacidad. La zona habilitada está al lado de la estación del AVE, en uno de los accesos principales a Zaragoza, en lo que fueron los grandes aparcamientos al aire libre que se urbanizaron para la Expo de 2008.
Es un espacio urbano único en Europa en un momento crucial para los desarrolladores de esta tecnología. Entre ellos, el gigante chino Ehang, un referente mundial en este sector, que acaba de firmar un acuerdo con el Ayuntamiento de Zaragoza para utilizar ese banco de pruebas. «Lo que la hace especial es que permite operar en un espacio urbano», explica a ABC la directora de Ehang España, Victoria Jing Xiang.
La española Tecnalia, que cuenta con su propio modelo de aerotaxi, también está preparando un programa de experimentación en este espacio de Zaragoza, denominado Hera Drone Hub.
Tecnalia es un centro tecnológico, con personalidad jurídica de fundación. Tiene su sede en San Sebastián y entre sus socios figuran la Administración del Estado, el Gobierno vasco, las tres diputaciones forales y un nutrido grupo de empresas entre las que se cuentan Kutxabank, Petronor, Iberdrola, Siemens, Euskaltel, CAF o Fagor, entre otras. Tecnalia se dedica a desarrollar y validar tecnologías que luego transfiere a empresas. Uno de sus campos de trabajo es el de la nueva movilidad urbana con drones.
Hecho en España
En 2017 empezó a trabajar en la consecución de un vehículo aéreo autónomo. Su primer prototipo vio la luz a mediados de 2019 y ahora prepara el lanzamiento de una nueva versión. «Nosotros trabajamos en un modelo que tiene una autonomía de 15 minutos de vuelo, que equivale a unos 20 kilómetros de distancia», indica Patxi Estensoro, director del área de negocio de aeronáutica y espacio de Tecnalia. El modelo actual es de una única plaza, pero esta tecnología «es escalable», explica. A partir de una arquitectura inicial, el modelo puede hacerse más o menos grande, sopesando costes y capacidades operativas. Respecto a la autonomía de vuelo, también es un ámbito en pleno desarrollo. Usa baterías eléctricas, pero esta tecnología también está evolucionando con mayores prestaciones y, además, se investiga en la incorporación de otras fuentes energéticas. Una de las que ofrece expectativas es el hidrógeno.
El modelo desarrollado por Tecnalia es un referente de la ingeniería española en este campo. A nivel internacional, despuntan especialmente empresas como la china Ehang o las alemanas Volocopter y Lilium Air Mobility. Cada una tiene su particular apuesta técnica. Ehang y Volocopter, por ejemplo, con aerotaxis de dos plazas especialmente prácticos para vuelos dentro de grandes ciudades. Lilium, con modelos de mayor envergadura y dotados de alas, pensados para vuelos interurbanos. Por su parte, la particularidad de Tecnalia es que su aerotaxi «es un ‘dron de drones’, está dotado de cuatro unidades de hélices que se mueven de forma independiente a la cabina, por lo que ésta permanece estable en todo momento durante el vuelo y solo gira la unidad de propulsión», explica Patxi Estensoro.
Dron de Ehang, durante un vuelo con pasajeros
En China, los aerotaxis ya son una realidad, aunque de uso todavía incipiente. Y se sabe que en países de Oriente Medio hay una demanda creciente de este tipo de equipos. Pero, ¿cuándo será una realidad en Europa? «Es difícil de decir, porque depende de las autoridades, de los permisos y certificaciones que deben emitir», explica Victoria Jing Xiang Ma. «La tecnología ya es una realidad, pero falta la regulación, y nosotros estamos trabajando para colaborar con las administraciones, aportando nuestra experiencia internacional», indica.
Ehang firmó el año pasado otro convenio con los ayuntamientos de Sevilla y Liria (Valencia), y con la ciudad austriaca de Linz. También participa en proyectos experimentales financiados por la UE, que incluyen vuelos de prueba en España (Santiago de Compostela), Francia, Holanda, Finlandia, Estonia, Austria y el Reino Unido.
Despliegue europeo
Desde la española Tecnalia, Patxi Estensoro sí se atreve a estimar un plazo en el que estos vuelos en drones serán una realidad en Europa. «Creo que en el año 2025 puede haber servicios en esta nueva movilidad urbana, cuyo despliegue será progresivo: antes de ver personas volando en drones habrá vuelos para transporte, paquetería o servicios de emergencias», explica.
¿Y el coste? Estensoro dice que es complicado dar un precio, pero sí el objetivo que maneja la industria en este campo: conseguir que esta tecnología ofrezca aerotaxis que cuesten «el equivalente a un coche de muy alta gama». Quizás a partir de 100.000 euros en un desarrollo medianamente maduro y pensado no tanto como vehículos de propiedad individual sino para flotas de servicio colectivo.
Una industria en expansión
Mientras tanto, la industria de drones ya cotiza al alza en la economía internacional. Los volúmenes de inversión que se mueven en este sector dan fe de ello. La china Ehang, que cotiza en el índice Nasdaq, está construyendo en el gigante asiático su segunda fábrica de vehículos aéreos autónomos, drones con múltiples aplicaciones -mercancías, viajeros, servicios de emergencias, seguridad…-. Esa segunda fábrica tendrá capacidad para producir del orden de 600 unidades al año.
Esta compañía china también baraja la construcción de una factoría en Europa «a medio-largo plazo», y «España puede ser una buena opción», según la directora de Ehang en nuestro país, Victoria Jing Xiang.