Los empresarios atizan a Montero: «Con menos impuestos crecemos más»
La subida de impuestos incluida en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2022 no será una revolución fiscal, pero sí supone el preludio de lo que ocurrirá en 2023. El Gobierno sí dará un vuelco al sistema tributario para dentro de dos años y desde ya mismo el Ejecutivo cuenta con el rechazo frontal de los empresarios.
«La subida de impuestos no nos va a gustar», ha señalado Antonio Garamendi, presidente de la CEOE, antes de que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, le presente el proyecto de cuentas públicas. Asimismo, el jefe de los empresarios ha destacado que se crece más y se genera más riqueza con menor presión fiscal. Al mismo tiempo, este ha destacado que lo que buscan no es dejar de contribuir al Estado sino que exista un sistema eficiente.
Montero, por su parte, ha recogido el guante del presidente de la CEOE y ha tendido la mano a conversar y negociar lo que esté por venir. «Para el Gobierno es una obligación venir a la casa de la empresa para poder compartir las cuentas públicas, que tienen como objetivo la recuperación justa que implica no solo ser capaces de atender las necesidades de los ciudadanos, sino que el presupuesto sea un aliado para la empresa», ha señalado la ministra.
La titular de Hacienda ha reconocido el esfuerzo que ha realizado el tejido productivo durante toda la pandemia, pero también ha lanzado un mensaje de que el Impuesto sobre Sociedades tiene la mitad de rendimiento respecto a antes de la crisis. Así las cosas, ha defendido el tipo mínimo en esta figura tributaria, que no tendría especial incidencia en términos de recaudación.
Más allá de ello, Montero ha defendido la tímida subida de impuestos que forma parte de los PGE de 2022, y ha atacado a los medios de comunicacioón por «titulares interesados» respecto a que el alza fiscal lo pagarán la clase media y la clase trabajadora.
Asimismo, la ministra ha defendido el golpe al ahorro al reducir las deducciones por aportaciones a planes de pensiones individuales, basándose en la postura de la Airef sobre que es un incentivo fiscal que beneficia principalmente a las clases altas.