Los criterios sostenibles revolucionan los fondos


La inversión sostenible es el epicentro de una profunda revolución en la industria de la gestión de activos. Los criterios ambientales, sociales y de buen gobierno (ESG, en inglés), sumados a los parámetros financieros clásicos, ayudan a mitigar riesgos a la vez que influyen positivamente en la rentabilidad de las carteras. Estas son algunas de las conclusiones del encuentro digital ABC-Funds Society Live titulado «ESG: ¿Todos los caminos llevan a la inversión sostenible?», un evento celebrado esta semana y que analizó las oportunidades que ofrece esta tendencia.

Jaime Albella: «El mercado de bonos verdes se multiplicó por siete en los últimos años»

«Nuestra obligación es conseguir rentabilidades a largo plazo. Y si no tienes en cuenta esos factores se puede producir una merma», dijo Belén Ríos, directora de Negocio Institucional de Amundi Iberia, quien participó junto con Jaime Albella, sales director de AXA Investment, y Leonardo Fernández, director del Canal Intermediario de Schroders. El evento estuvo moderado por Alicia Miguel, redactora jefe de Funds Society.

«Es renovarse o morir», comentó Albella, quien afirmó que el 90% de los fondos de AXA Investment están dentro de los artículos 8 y 9 del reglamento de divulgación de finanzas sostenibles SFDR de la Comisión Europea. Se trata de una regulación —en vigor desde marzo— que busca promover las inversiones verdes para combatir al cambio climático. Mientras tanto, el 60% de los productos de Amundi y el 85 % de Schroders están bajo ciertos artículos de la SFDR, según dijeron Ríos y Fernández.

Belén Ríos: «Sin los factores ESG se puede producir una merma en la rentabilidad»

«Transición energética es la tendencia en la que vemos mayor oportunidad dentro de la renta variable», dice Fernández. Muchos países emergentes tienen todavía un largo camino por recorrer para tratar de cumplir con los objetivos de desarrollo sostenible, motivo por el que también existe un gran potencial en los llamados ‘bonos verdes’, es decir, de títulos de deuda que financian proyectos sostenibles.

«El mercado de bonos verdes se ha multiplicado por siete en los últimos años», dijo Ríos, de Amundi. Hace unos años sólo eran emitidos por países desarrollados, pero ahora los emiten más de 70 países, según Ríos, quien los considera un producto que da una buena rentabilidad y que, además, ofrece la posibilidad de medir cuántas emisiones de CO2 se evitan con la inversión.

Leonardo Fernández: «La oportunidad en renta variable es la transición energética»

Para que se más fácil para el el inversor seleccionar fondos con criterios ESG, Albella cree que en los próximos años habrá calificaciones de agencias de rating verdes que ayuden en el proceso de selección. «Tendremos unas columnas con imágenes para saber qué parámetros sostenibles cumple el activo», dijo el sales director de AXA Investment.

En 2019, el volumen en activos en España con criterios ESG era de unos 285.454 millones de euros, un 700% más que los 35.710 millones de 2009, según Spainsif. Desde Amundi Iberia, Ríos recordó que «hay más de 1.000 índices con criterios ESG, por lo que el universo de oportunidades es enorme», comentó la experta.

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