Las «trampas» ocultas de los Presupuestos de Sánchez


Los Presupuestos Generales del Estado de 2019 llegan mañana al Congreso para iniciar una tramitación que se prevé tortuosa para el Gobierno, a juzgar por los dudosos apoyos con los que cuenta a día de hoy para sacar adelante las cuentas públicas. A las dudas sobre si llegarán a entrar en vigor o sequedarán en papel mojado, se suma el hecho de que dibujan un panorama de la economía española que podría no ser del todo fiel a la realidad.

La mayor incertidumbre apunta hacia las previsiones de recaudación tributaria. El Gobierno estima que los ingresos fiscales alcanzarán un récord de 227.356 millones de euros en 2019, lo que supone casi 20.000 millones más que el año anterior. De esta cifra, 5.654 millones se supone que vendrán a través de los nuevos impuestos y el incremento de varios de los ya existentes. Para el Ministerio de Hacienda, esta mejora de los ingresos se sustenta, además de en las medidas tributarias, «en la mejora de la recaudación fiscal por efecto del ciclo económico». No obstante, el propio Ejecutivo acaba de recortar por segunda vez su previsión de crecimiento para este año, hasta dejarla en el 2,2% del Producto Interior Bruto (PIB). Además, también ha empeorado su estimación de la tasa de paro. Calcula que terminará el año en 14%, frente al 13,8% previsto inicialmente. Pese a esta tendencia a la baja de los principales indicadores económicos, el Gobierno de Pedro Sánchez pronostica el mayor aumento de recaudación de la historia. De hecho, «sablazo» fiscal aparte, tres cuartas partes del aumento de los ingresos (14.000 millones de euros) se conseguirán, en teoría, con una mejora de la actividad que las cifras ponen en duda.

En este sentido, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) desconfiaba en un informe de las previsiones de ingresos del Gobierno respecto a las nuevas figuras impositivas. Por ejemplo, mientras que Hacienda calcula que los cambios en el Impuesto sobre Patrimonio aportarán 339 millones de euros, la AIReF asegura que «no tendrá prácticamente impacto», dejando los ingresos por este tributo entre cero y ocho millones, en el mejor de los casos. Los cálculos del Ejecutivo incluyen a todas las autonomías, si bien sólo cuatro regiones aplican la norma estatal, todas ellas con ingresos ínfimos por este impuesto.

Tampoco se cree los ingresos por el alza del IRPF a las rentas más altas, donde prevé hasta un 25% menos de recaudación que la reflejada en los Presupuestos. Hacienda quiere recaudar 1.200 millones con la «tasa Google», pero la AIReF lo rebaja también hasta 546 millones. En el caso del impuesto a las transacciones financieras, apunta a que los ingresos podrían ser de sólo 420 millones, frente a los 850 que asegura el Gobierno.

Además, los nuevos impuestos aún no están aprobados, por lo que al retrasarse su puesta en marcha, se reducirán irremediablemente los ingresos para este año. Otra de las «zonas oscuras» de estos Presupuestos es la que se refiere a la recaudación por IVA, donde figuran unos 5.000 millones de euros «fantasmas», fruto del cambio en el llamado sistema de IVA en tiempo real, por el que las grandes empresas comunican sus facturas a Hacienda. Para 2019, la recaudación de este impuesto se calculará como si hubiera 13 meses, al incluirse también diciembre de 2018. No obstante, fuentes parlamentarias señalan que este dinero ya se contabilizó en los Presupuestos del año anterior y no tendrá impacto real en este año.

Source: The PPP Economy

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