Las ‘scaleups’ españolas cogen altura sobre la niebla de la financiación
Las ‘scaleups’ se han consolidado este año como una industria en auge que puede jugar un papel determinante para digitalizar la economía española. Las empresas bajo este término, que engloba a las startups que facturan más de un millón de euros, ingresaron en conjunto 3.167 millones de euros, un 91% más que los 1.660 millones de euros de 2020, de acuerdo con un informe presentado por Scaleup Spain Network, un programa lanzado por Wayra, Endeavor y la Fundación Innovación Bankinter.
«Las ‘scaleups’ españolas ya están jugando un papel clave en la generación de un nuevo modelo económico más innovador, más digital y más eficiente», dice Paloma Castellano, directora de Wayra Madrid, una organización de Telefónica.
España tiene sectores estratégicos como el motor o la industria turística que podrían beneficiarse de la innovación que aportan las startups. Pero, para captar ese valor añadido es importante que estas empresas de alto crecimiento consigan demostrar que son un negocio financieramente viable para entrar en su fase de ‘scaleup’.
El acceso a fondos de financiación en España es uno de los grandes desafíos que afrontan los emprendedores. «El principal reto es encontrar financiación después de una Serie A», reconoce Antonio Iglesias, director ejecutivo de Endeavor en España. «Hay suficiente capital para financiar los buenos proyectos en fases iniciales. Sin embargo, en la etapa crítica de ‘scaleup’, en la que la empresa tiene una necesidad de capital fuerte para acometer una fuerte expansión internacional, en general tienen que salir de España a buscar dinero», comenta Iglesias.
Los principales unicornios de España han tenido que recibir inversión extranjera para poder escalar y expandir su negocio. Devo, Wallbox o Glovo son algunas compañías españolas bajo la definición unicornio, que incluye empresas valoradas en más de 1.000 millones de dólares, que han logrado el apoyo de fondos extranjeros para continuar con su crecimiento a partir de las Series B.
Distintas etapas
A lo largo de su vida, las startups van completando distintas etapas. Y hay una ronda de financiación pensada para cada fase de su crecimiento. La primera es la semilla, en la que el proyecto comienza a tomar forma, y después vienen las Series A, Series B o Series C. Cada letra indica el momento de su etapa de maduración. En España, el 60% de la inversión en startups va para la fase semilla, el 32% es para las que están en estado intermedio y sólo el 8% es para la etapa de escalamiento, según la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial.
«Cuando pasan a levantar las rondas B y C, muchas startups se encuentran con que no hay tantos fondos disponibles en España que les puedan acompañar», dice Castellano, de Wayra Madrid. Sin embargo, en los últimos años el ecosistema de financiación se ha desarrollado y hay más fondos dispuestos a apoyar la fase de escalamiento, dice Iglesias, de Endeavor España.
3.167 son los millones que facturaron las ‘scaleups’ españolas en 2020, un 91% más que los 1.660 millones del ejercicio anterior
«Los mayores fondos ya son capaces de apoyar en Series B pequeñas pero esto va a ir cambiando en los próximos años», comenta Iglesias, quien afirma que e
n España ya hay varios fondos de 150 millones de euros, mientras que se está formando el primero de 250 millones. «No creo que tardemos muchos años en ver uno de 500 millones, lo cual hará que las series B puedan “quedarse en casa”», comenta el director ejecutivo de Endeavor en España.
Un fondo para todos
Con la intención de que las startups españolas no tengan que buscar financiación para la fase de escalamiento en el extranjero, el gobierno ha creado un fondo llamado NextTech con 2.000 millones de euros públicos para invertir de Series B en adelante. El objetivo es movilizar un total de 4.000 millones de euros entre sector público y privado para empresas de alto contenido tecnológico. Esa cifra se consigue con un sistema de pareo por el que el gobierno invertirá 2.000 millones de euros y el sector privado otros 2.000 millones para empresas en fase de escalamiento.
Escalabilidad
«Creemos que es una gran apuesta del gobierno por convertir España en un referente tecnológico», dice Castellano sobre NextTech. «La escalabilidad de estos proyectos no solo es fundamental para el ecosistema emprendedor y para los actores que trabajamos en él, sino también para la recuperación y transformación de nuestra economía», asegura sobre el papel clave que pueden desempeñar las ‘scaleups’ para dinamizar y modernizar el tejido industrial español.
Se estima que las ‘scaleups’ españolas habrán generado 13.300 empleos directos este año, el doble que los 8.700 puestos de trabajo que crearon en 2020. Al dividirlo por industrias, las más intensivas en trabajo son las que se centran en soluciones de movilidad y logística, servicios profesionales para negocios y el retail, de acuerdo con el informe «Impacto de las scaleups de la economía de España», de Scaleup Spain Network.
En España, el 60% de la inversión en startups va para la fase semilla, el 32% es para las que están en estado intermedio y sólo el 8% es para la etapa de escalamiento
El acceso a capital es uno de los principales retos a los que se enfrentan los emprendedores que compañías en fase de crecimiento, explica Iglesias. Sin embargo hay otros desafíos relacionados con la fase de expansión como la incorporación de talento. A medida que la empresa crece, es necesario identificar los perfiles adecuados para cada puesto y el papel del fundador como CEO evoluciona para encontrar su nuevo encaje en la empresa.
Otros retos giran en torno a la internacionalización, ya que cuando la empresa llega a otro país se enfrenta a normativas, mercados y clientes totalmente diferentes. La capacidad de mantener la estructura operativa mientras la empresa se expande, así como su cultura y valores, son otros de los retos a los que suelen enfrentarse las ‘scaleups’.
Raimundo Burguera, cofundador de Ritmo«Hay una abundancia de capital semilla»
A. Espallargas
A pesar de los frenos que aún se hacen fuertes en el ecosistema emprendedor español, muchas startup están dando con decisión el paso hacia el siguiente nivel, el de las ‘scalups’. Un ejemplo es Ritmo. Creada en noviembre de 2020, esta startup, que presta servicios financieros a empresas de comercio online, cuenta con 30 empleados y prevé contratar a otros 24 en los próximos tres meses, un proceso que casi duplicará su plantilla.
«Hay una abundancia de capital semilla», asegura Raimundo Burguera, cofundador de esta compañía, sobre el ecosistema de financiación en España. Creada en noviembre de 2020, para Ritmo mantener ese rápido crecimiento es uno de los principales retos a los que se enfrenta. «Crecer a triple dígito mensual mes a mes es algo que lleva consigo retos importantes en atracción de talento», comenta. A pesar del poco tiempo que lleva en el mercado, Ritmo tiene operaciones en México, España y Reino Unido, una situación que también conlleva retos internacionales para la joven startup. «Estamos ahora mismo creciendo en dos mercados europeos y casi un 50% de nuestras ventas vienen desde fuera, crecer con un enfoque global desde el comienzo es un reto».
«Más que capital, buscamos los ‘partners’ adecuados para ayudarnos a escalar»
En cuaEn cuanto a los retos relacionados con la obtención de financiación, Burguera considera que lo más difícil es encontrar los inversores adecuados para expandir el proyecto. «Nosotros buscamos más que capital, buscamos los partners adecuados para ayudarnos a escalar por eso cerramos una de las rondas semillas más representativas del panorama europeo», concluye Burguera.