"Las empresas no sobrevivirán si no consiguen comprometerse con la sociedad"


SUEZ en España ha sido una compañía pionera en la elaboración de un código ético, algo que ahora se da por supuesto en todas las empresas, pero en lo que hace unos años, se partía de cero.

– ¿Cuáles son los ejes de las políticas de RSC de SUEZ?

– Evidentemente, como empresa referente en la gestión del agua y de los recursos naturales, nuestro foco tiene que estar en los ámbitos en los que vamos aportar más valor: asegurar el derecho humano al agua potable y desarrollar soluciones concretas e innovadoras que permitan reducir la huella ambiental y contribuir a la preservación de los recursos en el presente y el futuro. En paralelo, abordamos también otros ámbitos que desde una perspectiva de RSC son obligatorios para cualquier empresa: la calidad de vida de nuestros trabajadores, el desarrollo de talento, la implicación social, la orientación al cliente, las inversiones responsables o la mejora de nuestros proveedores en materia de sostenibilidad, por poner un ejemplo.

– ¿Está la RSC asimilada en su compañía?

– Nuestra política de Desarrollo Sostenible (DS) forma parte del modelo de gestión de la compañía e implica una manera de entender el negocio que contribuye a generar valor compartido para todos sus grupos de interés, incluyendo las generaciones futuras. De esta forma, la compañía pretende ampliar la visión directiva de su equipo humano, al hacerlo más consciente de las consecuencias de sus decisiones y de las necesidades y expectativas de los distintos grupos de interés. Hemos desarrollado nuevas acciones para asegurar que esta filosofía se haga realidad: políticas de actuación ética de la empresa, integración de variables de Responsabilidad Social Coorporativa y DS en la selección de proyectos de innovación o, por ejemplo, en la selección de proveedores.

– ¿Les ha costado mucho conseguir que la RSC no sea un mero instrumento de marketing?

– La gente que piensa que la RSC es un instrumento de marketing no conoce lo que es la RSC. Es un camino, no un fin en sí mismo, es una filosofía que obliga a las empresas a transformarse, a evolucionar, y eso implica que en algunos ámbitos vamos mejorando muy rápido y en otros quizá no tanto. Cuando hacemos algo bien, las empresas queremos ponerlo en valor y explicarlo, eso es natural. En todo caso, lo que tenemos que hacer es ser capaces de ser más transparentes y reconocer nuestros puntos débiles, explicar cuáles son nuestros retos y qué estamos haciendo para abordarlos. En nuestro caso, hemos intentado siempre ser muy responsables con lo que comunicamos y cómo lo comunicamos, sin necesidad de engrandecer cosas pequeñas ni de parecer algo que no somos.

– ¿Qué lugar ocupan los “stakeholders” en su estrategia de RSC?

– Los «stakeholders» siempre han estado en el centro de la estrategia, lo que pasa es que no lo sabíamos. Ahora somos mucho más conscientes de la necesidad de escuchar a todos nuestros grupos de relación, tener en cuenta sus expectativas, sus aspiraciones, y de ser capaces de darles respuesta. En nuestro caso, por ejemplo, incluso hemos empezado a implementar en nuestras empresas de agua una metodología que sistematiza esta relación, la identificación de los actores y grupos, las acciones de diálogo que realizamos con ellos, para poder ir contrastando si realmente estamos dando respuesta a estas aspiraciones o no.

– ¿Qué aspectos de la RSC son más díficles de asumir por los empleados?

– Los que están más alejados de nuestro negocio son siempre los más desconocidos y, por tanto, los más difíciles de transmitir y que la gente los vea como relevantes. En nuestro caso, por ejemplo, nos ha costado introducir la idea de que debemos dialogar y colaborar con nuestros grupos de relación, porque tradicionalmente habíamos sido una compañía un poco hermética. Hemos dado grandes pasos en este sentido y ahora somos conscientes de la necesidad de abrirnos.

– ¿Qué valor añadido aporta la RSC a sus bienes y servicios?

– Nuestra actividad en sí misma da respuesta a grandes retos sociales: gestionar los recursos naturales de forma responsable para garantizar el acceso al agua potable. El impacto que tenemos en la mejora del entorno, en el desarrollo de las ciudades y de la industria (que también necesitan agua para funcionar), es muy claro. Nuestro reto ahora es ser capaces de poner en valor esa contribución para la ciudadanía, pero también queremos colaborar con otros actores, públicos y privados, para multiplicar nuestra aportación.

– ¿Cómo ve el futuro, tendremos más empresas responsables y comprometidas con la sociedad?

– No veo otro camino posible para las empresas, en una sociedad cada vez más informada, más concienciada, más activa y con unas pautas de consumo que van cambiando cada vez más (la economía colaborativa, la economía del disfrute), ¿qué empresa va a poder actuar mal? Puedes sobrevivir un tiempo, pero no a largo plazo. Así es como concienciamos a nuestro equipo internamente: queremos ser la empresa del futuro. Si te lo planteas así, actúas de otra manera.

– ¿Ganarse la imagen de una empresa socialmente responsable es una labor titánica?

– Sin duda. Cuando explicas lo bueno, te acusan de querer salir bien en la foto, pero cuando no lo explicas no puedes poner en valor todo lo que estás haciendo. No hay receta mágica, nosotros apostamos por respaldar la comunicación con acciones y datos concretos.

EL PERFIL

Nerea Plaza es licenciada en Publicidad y Relaciones Públicas y Sociología. Está especializada en el desarrollo de estrategias de Responsabilidad Corporativa y Desarrollo Sostenible. Trabajó como consultora en la Fundación Surt, entidad referente del tercer sector social especializada en la inserción laboral de mujeres en exclusión y en Oxfam Intermón. En 2011 entró en Agbar como coordinadora de proyectos de RSC. Actualmente coordina la estrategia de desarrollo sostenible a nivel corporativo de SUEZ España.

Source: The PPP Economy

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