Las cementeras avisan de que la incertidumbre amenaza la recuperación de la construcción


La cada vez más prolongada falta de Gobierno está sembrando poco a poco de inquietud en el sector empresarial. Hoy ha sido la industria cementera la que ha mostrado su inquietud porque la inestabilidad política pueda poner en peligro la incipiente recuperación del sector de la construcción. Aunque en 2015 el consumo de cemento se incrementó un 5,3%, hasta los 11,4 millones de toneladas, fue la obra privada no residencial (almacenes, centros comerciales…) la que mantuvo el impulso, según ha expuesto esta mañana su patronal, Oficemen. La ejecución de infraestructuras, que absorben dos tercios de la producción, ha iniciado un camino descendente que preocupa al sector. Según ha expuesto el presidente de Oficemen, Jaime Ruiz de Haro, el consumo de cemento sólo subió un 3% en la segunda mitad del año pasado, frente al 9% de la primera mitad, por una falta de actividad que queda reflejada en el hecho de que las licitaciones se redujeron en un 25%. Lo que preocupa a las cementeras es que la tendencia parece mantenerse y que los Presupuestos de 2016, ya aprobados y que mantienen la inversión en niveles de 2015, no son una garantía. “La inversión podría descender. Depende que como se ejecuten los presupuestos”, ha advertido. En este escenario, no se cumplirían las previsiones de Oficemen, que calcula un incremento del consumo del 7% para este año.

Para compensar la debilidad del mercado nacional, las cementeras han apostado por la exportación. Pero las ventas fuera están empezando a emitir señales preocupantes. El año pasado, las empresas asociadas a Oficemen exportaron 9,2 millones de toneladas de cemento, un 4,4% menos que en 2014. Esto, según Ruiz de Haro, se debe en gran medida a la inferioridad de condiciones en que compiten las cementeras españolas en términos de energía con las firmas de otros países. Aunque ha defendido que las cementeras nacionales son un 4% más eficientes que las de otros países de su entorno, también ha denunciado que los costes de la electricidad, que representan un tercio del total de la industria, ponen en peligro su competitividad para exportar. Según ha recordado, la electricidad para la industria en España es un 38% más cara que en Alemania, un 48% superior a la francesa y está un 82% por encima de la noruega.

Source: The PPP Economy

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