Las ayudas a las familias no son iguales para todas


Si no fuese por las ayudas que convocan las administraciones públicas, bastantes familias españolas no podrían enfrentar con solvencia la cuesta de septiembre. Préstamo de libros, becas para material escolar o para sufragar los gastos de comedor son los diferentes apoyos a los que pueden acudir las familias. Además, también se puede hacer uso del sector privado y demandar un pago a plazos en determinadas empresas o incluso pedir un préstamo al consumo.

Las familias de la Comunidad de Madrid se llevaron una alegría cuando el pasado mayo saltó la noticia del incremento de la gratuidad de los libros de texto. El conjunto de las ayudas, que era de seis millones de euros, pasará a ser de 22 millones a partir del curso 2018-2019. Aunque para éste, el apoyo se reducirá a alumnos desfavorecidos económicamente, a partir del curso 2019-2020 las ayudas se ampliarán hasta beneficiar a más de 615.000 estudiantes, estimándose que supondrá un ahorro de entre 200 y 300 euros cada uno.

Una inversión algo inferior a la de la Comunidad de Madrid es la que realiza Castilla y León. En este caso, son 17 millones de euros los que se destinan para que el próximo curso sean alrededor de 73.000 familias (63.000 de ellas con una renta 2,5 veces inferior al Iprem) las que obtengan gratuitamente los libros mediante el Programa Releo Plus de préstamo.

Andalucía también presenta una fórmula para que las familias puedan acceder a los libros gratuitamente, pues se contempla como un derecho en el Estatuto de Autonomía. La Junta entrega un cheque-libro a las familias que, a su vez, lo intercambian con el establecimiento correspondiente. Las condiciones para poder continuar beneficiándose de ésto son «garantizar un uso adecuado y cuidadoso de los libros de texto, devolver los al centro una vez terminado el curso, o en el momento de la baja en caso de traslado, y reponer aquellos extraviados o deteriorados malintencionadamente». En Extremadura, no obstante, son las familias numerosas las que pueden disfrutar de libros gratuitos, y en Murcia este formato aún se está expandiendo.

En Castilla-La Mancha, las ayudas para los libros de texto están destinadas a los alumnos de Primaria y Secundaria, mientras que las de comedor escolar se limitan al segundo cliclo de Educación Infantil y Primaria. Para poder acceder a ellas no se permite superar cierto rango de ingresos que se puede consultar en la página web de la consejería de Educación de la Comunidad.

La iniciativa de un fondo solidario de libros de texto en Galicia está cumpliendo las expectativas. Y es que el curso pasado se distribuyeron, a través de esta plataforma, un total de 640.130 ejemplares. A su vez, se concedieron más de 28.000 ayudas a la compra de manuales y casi 100.000 para la adquisición del resto del material escolar. La inversión en esta autonomía, para los libro, es de 12,6 millones de euros, mientras que para el material es de 5,4 millones.

Por su parte, en Aragón las becas (de un montante total de 3,5 millones de euros) pretenden financiar el cien por cien del material escolar, lo cual no incluye la gratuidad de los libros, pero seguramente el próximo año se ponga en marcha un banco de libros similar al de, por ejemplo, Galicia. Cada una de estas ayudas se comprende entre los 100 y los 230 euros.

En la franja norte de la Península, Asturias, La Rioja y Cantabria también se han sumado a la tendencia de la gratuidad de los libros a través de préstamos. Y si en Navarra los estudiantes de Primaria y ESO también pueden acceder a la gratuidad de los libros, en el País Vasco se exige una especie de fianza (parecida a la de un alquiler) de 45 euros.

Source: The PPP Economy

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