Las aerolíneas sufren fuertes caídas mientras la bolsa aguanta el ataque
La apertura fue bajista, pero los inversores se recuperaron rápido de un escenario prebélico al que el mercado parece adaptarse cada vez con mayor celeridad. Así, la bolsa europea optó por la cautela y cerró plana, a la espera de nuevos movimientos geopolíticos, y el impacto de los atentados de París en la renta variable apenas duró una hora. El mercado europeo amaneció con descensos superiores al 1% y el CAC 40 de París llegó a ceder un 1,18%. El debut alcista de Wall Street deshizo los malos pronósticos y los selectivos consolidaron niveles.
Lo peor fueron los momentos iniciales de una jornada en la que las aerolíneas sufrieron los mayores castigos. Ni siquiera el descenso del precio del crudo, tradicional «bálsamo» para la capitalización del sector aéreo, pudo impedir que títulos como los de Air France-KLM se desplomaran un 5,67%, hasta 6,41 euros por acción. IAG y Lufthansa se contagiaron del pesimismo de la firma gala y cedieron un 2,6% y un 1,67%, respectivamente. Entre los valores ligados al turismo, eDreams perdió un 2,34% y NH bajó un 0,9%.
El Ibex 35 logró mantenerse en positivo, subió un 0,13% y se comportó mejor que la media europea. El selectivo acusó el golpe inicial, como el resto de índices europeos, y puso en riesgo el nivel de los 10.000 puntos en los momentos de mayor nerviosismo inversor. Las subidas de Repsol, Iberdrola y Telefónica se impusieron a los descensos de la banca –sólo Bankia esquivó las caídas– y llevaron al parqué español hasta los 10.124,5 puntos.
El resto de las grandes plazas europeas registró cierres mixtos, con pocos cambios y con descensos del 0,08% en París y del 0,14% en Milán. Fráncfort subió un 0,04% y Londres se desmarcó de los mercados de la zona euro con un repunte del 0,46%.
«Contra todo pronóstico, las bolsas han aguantado el tipo en la primera sesión bursátil tras los tristes atentados de París. Salvo las compañías turísticas más relacionado con la capital francesa, el resto de sectores no se han visto demasiado afectados», apunta al respecto Felipe López-Gálvez, analista de Self Bank, que considera que «la calma se fue imponiendo en el mercado a lo largo de la sesión, en la que ayudó la apertura en Wall Street».
En el mercado secundario de deuda soberana, el interés del bono francés a diez años se redujo, igual que el alemán, y despidió la jornada en el 0,852%. El rendimiento del español al mismo plazo arrojó un comportamiento inverso, y subió hasta situarse en el 1,796%. El italiano, por último, alcanzó el 1,69%.
En el mercado de divisas, el euro llegó a escalar hasta 1,075 dólares, aunque durante la sesión se desinfló y el tipo de cambio se situó en 1,07 «billetes verdes». En la cotización de la divisa comunitaria influyeron las nuevas declaraciones del vicepresidente del BCE, Vitor Constancio, a favor de mantener la política monetaria expansiva de la institución.
Las secuelas de los ataques afectaron por la mañana al precio del petróleo (el barril de Brent llegó a superar los 45 dólares y al cierre se situó en 44,56 dólares, un 2,17% más) y a la evolución del oro (la onza rozó los 1.100 dólares y luego volvió a precios del viernes,1.085 dólares).
Source: The PPP Economy