Lamentable


Las declaraciones judiciales de los máximos directivos de Iberdrola ocupan la atención mediática, como lo hicieron los de CaixaBank y Repsol y, antes, los del BBVA. La irrupción del excomisario Villarejo, a quien acompaña de manera permanente un fétido tufo a cloaca, en las altas esferas mercantiles es un hecho lamentable y la reiteración de su presencia en los pasillos judiciales no resulta edificante. Máxime, cuando los asuntos de los que se ocupan los tribunales no caen dentro del área empresarial, ni siquiera a las habituales disputas entre competidores, sino que se refieren a oscuras luchas por el poder.

Pero, por más que sorprenda esa traslación de responsabilidades, escalafón abajo y por más que llame la atención la ausencia de control… Ver Más

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