La 'tormenta perfecta' que sacude al mundo: desabastecimiento, luz por las nubes y una nueva Covid
La expansión de un nuevo coronavirus a principios de 2020 cambió el mundo tal y como lo conocíamos. Con la llegada de la vacuna, se podía intuir un aterrizaje gradual de una ‘nueva normalidad’ que estableciera los parámetros socioeconómicos en tasas preCovid. Pero nada más lejos de la realidad.
La culminación de la salida del Reino Unido de la Unión Europea ha provocado una crisis en el transporte y, por ende, en el abastecimiento en el propio país; la fuerte revalorización del gas natural en los mercados internacionales y a la subida del CO2 han propiciado una subida histórica del precio de la luz a nivel mundial (tanto es así que Austria ha preparado un plan en previsión de un apagón mundial); países asiáticos como China han decidido acaparar materias primas y componentes electrónicos con fines proteccionistas y, mientras, una nueva variante del Covid (Delta plus) se expande por el planeta con un porcentaje mayor de contagiosidad.
Todo ello ha provocado una ‘tormenta perfecta’ en forma de inestabilidad de la que desgranamos sus entresijos.
Crisis del transporte por el Brexit en el Reino Unido, que recurre al Ejército como mano de obra
Las consecuencias del Brexit, es decir, de la salida de Reino Unido de la Unión Europea llevan varias semanas mostrando su cara más oscura. Los británicos han perdido 53.000 camioneros en los últimos cuatro años, lo que ha provocado el cierre de algunas gasolineras del país, según los últimos datos de la Oficina Nacional de Estadísticas (ONS). Esto, principalmente, ha provocado un desabastecimiento en numerosos productos de primera necesidad, como el combustible, los medicamentos e incluso la importación y exportación de alimentos y bebidas.
Pese a que el primer ministro británico, Boris Johnson, ha defendido que esto no se debe al Brexit, la situación se ha recrudecido en las últimas semanas. Tanto que, como solución, han tenido que desplegar más de 200 militares para conducir los camiones cisterna del Ejército con el objetivo de reabastecer a las gasolineras. Además, siguiendo los criterios del Brexit, los nuevos acuerdos comerciales no hacen sino poner más difíciles los trámites en las aduanas, llegando a tener que desperdiciarse toneladas de productos en la frontera, según ha explicado un experto en comercio internacional a este periódico.
La luz, por la nubes: subida de los productos básicos y fábricas que paran durante horas
Desde finales de verano, el precio de la luz se ha disparado alcanzando día tras día máximos históricos. Aunque lo cierto es que España ha llegado a tener el precio más elevado de Europa, no es un problema exclusivo de nuestro país, sino que se debe a una tendencia mundial. Este incremento desorbitado se explica por una diversidad de factores.
Lo primero que hay que tener en cuenta es que han incrementado a nivel planetario los derechos de emisión, esto es, el precio a pagar por las empresas por el dióxido de carbono que se desprende en el proceso de producción. En apenas seis meses, el aumento fue de un 100%. El segundo factor es la fuerte revalorización del gas natural en los mercados internacionales, uno de los combustibles fósiles utilizados para abastecer la demanda, que por otra parte ha incrementado sustancialmente.
Con este escenario, la subida desproporcionada no solo ha afectado al bolsillo del pequeño consumidor, sino que ha puesto en jaque a numerosos sectores y empresas. Muchas de ellas se han visto obligadas a paralizar su producción por el aumento de costes y otras han disparado sus precios para equilibrar el nuevo gasto que tienen que asumir, provocando una desestabilización en no pocos ámbitos.
De hecho, en el sector automovilístico el frenazo ha sido considerable. Sin ir más lejos, el mes de septiembre cerró con una caída en la producción de vehículos del 32,2 por ciento respecto a septiembre de 2020. Aunque, en este caso, está motivada por el desabastecimiento de microchips en las fábricas españolas de automoción, que se lleva arrastrando desde finales del año anterior, según apunta la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac).
Lo cierto es que el alza en el precio de la luz obligó a diversas industrias a parar su producción varias horas a principios de este mes por la subida de la electricidad, ya que aumentan notablemente sus costes y pierden competitividad respecto a los países vecinos. Algunas siderúrgicas detuvieron sus hornos durante varias horas al día para intentar reducir esos sobrecostes.
Este encarecimiento de la energía, además, amenaza con trasladarse a los productos de alimentación. Desde la asociación de consumidores OCU han alertado de que el escenario irá a peor por culpa de los precios disparados en el mercado mayorista de la electricidad, pero también debido a que los supermercados terminarán por repercutir estas cifras en los clientes.
Inflación en los alimentos: un kilo de pollo es un euro más caro que hace dos semanas
Con la subida del precio de la luz, la cesta de la compra se ha visto afectada con la subida de precios. Dicha inflación se debe a que los productos necesitan energía para su transformación, distribucuón, refrigeración y almacenamiento. Así, la OCU alertaba que productos como la leche, los huevos o las carnes ya habían experimentado una subida por encima del 5 por ciento a mediados de septiembre.
Con toda esta ‘tormenta perfecta’, los consumidores tienen que hacer cada vez más esfuerzos para llenar el carro de la compra. Comprar un kilo de pollo, por ejemplo, cuesta hoy un euro más que hace dos semanas. Pero hay más: productos como el solomillo, el cordero o el entrecot han subido hasta tres euros.
China acapara materias primas y componentes
Si un ciudadano ha intentado comprarse recientemente un vehículo de nueva producción, hay altas probabilidades de que haya tenido que esperar un plazo que se puede extender durante meses. Esto es debido a la falta de abastecimiento de piezas en el sector, debido a la llamada crisis de los semiconductores, es decir, la escasez de microchips. Los retrasos en los pedidos de ciertos productos han dejado de ser una excepción, apuntando claramente a una dirección: China.
Mientras el resto del mundo acelera cada vez más en la demanda de productos, el gigante asiático ha continuado con sus políticas proteccionistas haciendo acopio de materias primas y componentes electrónicos con el fin de autoabastecerse, provocando una ‘cuarentena’ a nivel global. Este problema se ha acrecentado, además, con el efecto cuello de botella en el transporte marítimo debido a la irrupción de una nueva variante del Covid, especialmente desde los principales puertos asiáticos.
La realidad es que los semiconductores no son el único material que ha detenido la producción de vehículos. Metales como el cobre y el aluminio han subido más de un 50 por ciento y el níquel lo ha hecho en un 40 por ciento. Este crecimiento tan drástico han provocado escadez de componentes en el mercado de las bicicletas y de los vehículos de dos ruedas sin motor.
Austria impulsa un plan contra un apagón
«La cuestión no es si habrá un gran apagón, sino cuándo». Con estas palabras, la ministra de Defensa austriaca, Klaudia Tanner, ha justificado una campaña que han impulsado para prepararse contra un hipotético apagón mundial. Entre las acciones que barajan están el hacer acopio de combustible, velas, baterías, latas de conservas y agua potable, así como sentar las bases para establecer una red de cooperación vecinal.
Aunque puede parecer algo demasiado catastrofista, desde este país europeo están preparando estrategias para evitar el caos ante una emergencia de este calado. «Un ‘blackout’ es una falla de energía a gran escala durante varios días o varias semanas», precisa el Ministerio de Defensa. «Todas las redes eléctricas de los países europeos están interconectadas en la red eléctrica europea, de manera que, si hay un apagón, las luces podrían apagarse en toda Europa», apuntan.
Expansión de nueva variante del Covid
El pasado mes de julio, Reino Unido informó de que retiraba todas las restricciones por el Covid. Tiempo más tarde, tuvo que anunciar que una nueva variante se estaba extendiendo en su territorio. La Organización Mundial de la Salud (OMS) explicó recientemente que estaba vigilando un sublinaje de la variante Delta del coronavirus llamada AY4.2, y que tiene dos mutaciones adicionales, que al parecer provocarían que sea entre un 10 y un 15 por ciento más contagiosa que la cepa original de la India.
La expansión de una nueva variante, unido a la detección de nuevos casos en China, han provocado que decenas de miles de personas en el norte de China se hallen confinadas y que las medidas se recrudezcan afectando al comercio internacional. También parece ser esta nueva cepa en parte la causante de que se hayan disparado el número de casos en Reino Unido. Sin ir más lejos, esta nueva cepa, denominada Delta plus, ya está en España, pues el Ministerio de Sanidad informó este lunes de 35 casos en cinco comunidades diferentes. Está por ver ahora el alcance de su predominio y si se convierte en una nueva emergencia sanitaria internacional.