La suma de energías hispano-lusa para impulsar el autoconsumo


Casi doscientas localidades que se sitúan a ambos lados de la frontera entre Castilla y León y Portugal impulsan un plan conjunto para intentar abaratar la factura de la luz. Un proyecto fotovoltaico en edificios municipales, antiguas escuelas y otros soportes que va a permitir a estas poblaciones de uno y otro lado apostar por la autosuficiencia energética. Un proyecto colaborativo que permitiría rebajar el precio del recibo de la luz en un 90%, según los cálculos de los promotores de la iniciativa.

Son pequeñas instalaciones fotovoltaicas de hasta 15 kilovatios y sin impacto ambiental, que forman parte de un plan previsto para arrancar a finales de año con un presupuesto inicial de 3,5 millones de euros.

La Agrupación Europea de Cooperación Transfronteriza (AECT) Duero-Douro ha tomado la iniciativa y es su director general, José Luis Pascual, quien lidera el proceso para su puesta en marcha. Primero se inaugurará en la parte española de la Raya, en las provincias de Zamora y Salamanca, mientras que posteriormente se incorporarán los municipios lusitanos. Abejera, Sarracín, Moveros, Fresno de la Ribera, Ferreruela, Villaseco del Pan, Escober, Peñaparda, Manzanal de Arriba, Codesal, Boada, Castrillo de la Guareña, Hermisende, Morales del Rey, Robleda o Fermoselle… son algunas de las localidades en las que arrancará la innovadora propuesta. Más adelante, se unirán en Portugal lugares como Vinhais, Mogadouro, Torre de Moncorvo, Vila Nova de Foz o Sabugal, por citar solo algunos ejemplos.

Camino abierto

La financiación corresponde a los ayuntamientos y a la AECT, cuyo máximo responsable se muestra, en declaraciones a este periódico, seguro de la solidez de la iniciativa: «Nuestro proyecto es perfectamente viable y ejecutable de forma automática con la legislación vigente, sin necesidad de ninguna nueva norma ni acuerdo». Para José Luis Pascual, «el Gobierno creó las herramientas para que el autoconsumo compartido pudiera ser eficaz en la lucha contra los abusos en el mercado eléctrico». Y si estos instrumentos se explican «pueden ser una auténtica revolución», concluye.

Pero, ¿dónde hunde sus raíces este singular proyecto? Pues resulta necesario remontarse a 2017, año en el que la AECT creó la primera cooperativa transfronteriza de energía, denominada Efiduero Energy. Allí se sentaron las bases de esta nueva propuesta. Desde esta agrupación realzan que se trata de «un modelo pionero», en el que «la energía se produce en el pueblo, para el pueblo, sin peajes ni cargos ni impuestos».

Pueblos «realmente sostenibles»

Los promotores de esta iniciativa consideran que el plan puede tener un gran impacto en la actividad económica de las localidades donde se despliegue y puede hacerlos «realmente sostenibles». «El proyecto va a promover el desarrollo rural a través de la eficiencia energética y de un esquema sostenible. Las pequeñas comunidades se convertirán así en polos de atracción de empresas y, por extensión, de la creación de empleo. Todo a través de una fuente de energía renovable y amable con el medio ambiente, como es la solar», defiende el director de la AECT Duero-Douro.

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