La sobrecualificación, un lastre para miles de profesionales


Demasiado formados para el trabajo que desempeñan. Son los trabajadores sobrecualificados, una tendencia que en los dos últimos trimestres ha vuelto a incrementarse. El mercado laboral está levantando cabeza. En los últimos tres años, la cifra de ocupados ha crecido en 1,4 millones de personas (8%), y sin embargo más de la mitad de los ocupados totales (18,5 millones en el último trimestre de 2016), desarrolla trabajos por debajo de su nivel de cualificación, un 53,3% (9,8 millones), según alerta la patronal de las empresas privadas de empleo, Asempleo. Se crea empleo, sí, pero de baja calidad y los expertos advierten de que si esta situación se cronifica, España seguirá perdiendo talento.

Desde 2013 todo el empleo creado ha sido eminentemente sobrecualificado creciendo un 12%, mientras que los trabajadores cualificados –los puestos son adecuados a su formación– lo han hecho sólo un 5% y los infracualificados –trabajadores con formación baja que ocupan puestos para los que se requiere una formación media– se han reducido en más de un 13%. Una tendencia que cambió durante la etapa de consolidación económica creándose empleo más ajustado a la formación, hasta volver de nuevo a niveles altos de sobrecualificación. «Este fenómeno ha permitido, en cierta medida, romper la dinámica del desempleo. Sin embargo, si persiste podría limitar un avance de la productividad o incentivar una mayor rotación de los trabajadores pues la sobrecualificación produce frustración a la vez que supone una infrautilización de los recursos», explica Andreu Cruañas, presidente de Asempleo.

La sobrecualificación se hace más patente en los menores de 25 años. Precisamente porque son el colectivo con la tasa de paro más elevada del país, son los que tienen una mayor sobreeducación (a cierre de 2016, el 68% de los jóvenes estaba sobrecualificado). «Tenemos la generación de jóvenes más preparada de la historia y el mercado laboral no tiene puestos disponibles para sus miembros. Por ello, es preciso identificar en qué perfiles ha sido más acusado el incremento de la sobrecualificación para intentar revertir esta tendencia y diseñar medidas que impulsen una creación de empleo que aproveche el capital humano disponible», explica Cruañas.

Según un estudio de la Fundación CYD, promotora de la contribución de las Universidades españolas al desarrollo económico y social del país, «el nivel de sobrecualificación español se debe a que la estructura productiva no genera suficientes ocupaciones de alta cualificación, en comparación con los países de la Unión Europea (en 2015, el 32,9% de los ocupados en España de 25 a 64 años lo estaba en tareas de alta cualificación por el 40,7% de la UE), y a que nuestra generación de graduados superiores está entre los mayores dentro de los países europeos. En 2015 España era el duodécimo país con más porcentaje de población adulta en posesión de un título de nivel superior». Según Martí Parellada, de la Fundación CYD, «o bien fabricamos más titulados de lo que el mercado puede absorber o no ofrecemos suficientes empleos de calidad a los titulados». Subraya que se debe actuar en ambos frentes. Por un lado, dotar de más valor añadido a nuestro sistema productivo y, por otro, que la oferta educativa se adapte a las necesidades del mercado. En su opinión, «la Universidad está poniendo ahora más atención en los títulos que ofrece, pero las Administraciones Públicas deberían informar a los estudiantes sobre las salidas laborales de una u otra titulación». El sector del comercio y la hostelería son los que, en los últimos años, han crecido a base de empleo sobrecualificado, algo que ya venía siendo habitual en otros momentos del ciclo económico. En el sector de la industria manufacturera y el transporte siguen teniendo un peso elevado los sobrecualificados, aunque los cualificados comienzan a adquirir mayor relevancia. Mientras que los sectores en los que la creación de empleo ha sido más ajustada a las habilidades de los trabajadores han sido el de construcción y los servicios profesionales, probablemente por demandar habitualmente una serie de atributos específicos para el puesto de trabajo. Los hombres, cuya tasa de paro ha caído en un punto y medio porcentual más que la de las mujeres, han encontrado empleo en estos tres últimos años de forma más ajustada a su formación que en el caso de las mujeres. En ellas ha predominado especialmente la sobrecualificación, concentrándose en los sectores del comercio y la hostelería, la industria manufacturera y el transporte. Los hombres mayores de 55 años son los que más empleo cualificado han encontrado, aunque presentan también una elevada tasa de empleo sobrecualificado.

Alfonso Jiménez, socio director de PeopleMatters, sostiene que la falta de alineamiento entre el sistema productivo y el educativo ha hecho que la sobrecualificación siga instalada en niveles elevados. «En general nuestro sistema productivo es un sistema en el que la mayoría de los puestos de trabajo son de tipo medio, seguido de profesionales de formación superior y finalmente muy pocos de baja cualificación. Sin embargo desde el punto de vista de la oferta, lo que vuelca la enseñanza es mucho más titulado universitario, pocos estudiantes de formación profesional y muchos no cualificados, aunque gracias a la introducción de los masteres universitarios por Bolonia, hoy los graduados universitarios tienen una segunda oportunidad eligiendo un master con alta empleabilidad».

Source: The PPP Economy

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