La libra se asoma al abismo


La libra esterlina se encamina, de tropiezo en tropiezo, hacia el borde del abismo. Su valor se mueve al calor de las encuestas que se van publicando sobre el referéndum que se celebrará el próximo jueves en Reino Unido. Y a las caídas acumuladas a lo largo del año, podría añadirse un desplome próximo al 25% si los británicos se decantaran finalmente por abandonar la UE.

Los sondeos señalan un resultado apretado, aunque el Brexit parece ganar adeptos en la recta final, lo que hundiría aun más la divisa británica y originaría una debacle en los mercados. Más allá de la devaluación que conllevaría la salida de Reino Unido, el Banco de Inglaterra debería modificar sus planes monetarios, hacer una política más expansiva y retrasar la subida de tipos de interés, que se esperaba para finales de año. Aumentaría sus compras e incluiría líneas de liquidez en un plan de contingencia que sofocase todas las tensiones financieras y ventas de activos británicos que se produjesen, lo que provocaría una depreciación adicional. De forma paralela, la debilidad de la libra también se fundamentaría en la reducción de entrada de capitales, en un contexto de elevado déficit por cuenta corriente.

Ismael de La Cruz, director de análisis de WiseTrend.es, cree que bajo el supuesto de que los británicos votaran por salir de la UE, la libra sufriría una devaluación histórica. Las estrategias bursátiles en caso de un Brexit serían, por un lado, vender para aprovechar las caídas. Por el otro, apostar por la depreciación de la libra frente al resto de divisas, por lo que «tendríamos fuertes subidas en euro/libra (eur/gbp). Un primer objetivo de la subida se encontraría en la zona de 0,84. El segundo estaría en torno a 0,8750». De La Cruz agrega que si el resultado es favorable a la permanencia, «la libra se fortalecería, asistiendo a caídas en euro/libra. Un primer objetivo de la bajada se encontraría en la franja de 0,6930-0,6995». En el tipo de cambio inverso, y aunque actualmente la moneda británica cotiza a 1,25 euros, algunos expertos no descartan que se deprecie hasta llegar a la paridad.

Por su parte, Tomás García-Purriños, gestor de MoraBanc Asset Management, señala que según diversos estudios, si el resultado de la votación es sí (bremain) cabría esperar una apreciación de la libra con respecto al dólar próxima al 5%. En cambio, el no (brexit) podría tener como consecuencia una caída cercana al 15%, aunque apunta que parte del recorrido bajista ya estaría descontado. «El 30% de la actual depreciación puede justificarse por el temor al Brexit». García-Purriños destaca que la volatilidad implícita a un mes en el par libra-dólar se ha disparado por encima del 25% y la volatilidad a tres meses, hasta cerca del 20%. «Esto supone un encarecimiento de la prima pagada por las coberturas de tipo de cambio y, por tanto, menores ingresos para aquellas empresas tanto internas como externas que deban cubrir este riesgo».

Independientemente del resultado del referéndum, la libra se encuentra entre las cuerdas, ya que tanto la permanencia como la salida de Reino Unido tendrán consecuencias que marcarán su rumbo en el medio plazo. Joaquín Robles, analista de XTB, augura que en el caso de que se produjera la salida podríamos ver una caída de la libra por debajo de 1,35 dólares, que representaría un desplome superior al 5% desde los niveles actuales. Robles recuerda que, desde que David Cameron anunciara la fecha del referéndum, la libra ya se ha depreciado hasta mínimos de siete años. Y apostilla que si los británicos se decantaran por la permanencia, el rebote podría ser superior al 2%, hasta los 1,45 dólares.

Julien-Pierre Nouen, economista jefe de Lazard Frères Gestion, asevera que en caso de Brexit, la libra esterlina podría caer un 20%. Reino Unido registra uno de los déficit por cuenta corriente más elevados entre los grandes países, y ese déficit se ha incrementado durante los últimos trimestres debido, principalmente, al impacto de la bajada del precio de las materias primas sobre los beneficios de las empresas de los sectores energético y minero. «Un déficit por cuenta corriente sólo puede financiarse si se atrae capitales procedentes del resto del mundo. El Brexit reduciría el atractivo del Reino Unido, haciendo necesaria una depreciación significativa de la libra para reequilibrar la balanza de pagos», añade.

Desplome bursátil

La ola de ventas desatada la semana pasada por el temor al resultado del referéndum podría recrudecerse esta próxima. Los estrategas en Londres de Goldman Sachs ven altamente probable que los británicos se decanten por abandonar la UE y predicen una tormenta global en los mercados. Es más, de algunos informes se desprende que las acciones europeas podrían perder casi un 25% de forma inmediata si gana el euroescepticismo.

Cuando los inversores tienen miedo, huyen de los activos de riesgo en busca de refugio, lo que explica las caídas de las bolsas, los incrementos de las primas de riesgo, la bajada de rentabilidad del «bund», o las subidas del oro, del yen y del franco suizo. Ante el avance del Brexit en las encuestas, los especuladores están vendiendo euros y libras. Y mientras este pánico castiga de manera significativa a los mercados periféricos, el alemán se está viendo beneficiado, ya que las salidas de capitales de deuda española, italiana, griega y portuguesa se están dirigiendo hacia el país germano. De hecho, a comienzos de semana, el bono alemán cotizaba en niveles negativos por primera vez en la historia.

La Bolsa de Londres está siendo la que menos sufre las sacudidas que azotan a todos los mercados, e incluso algunas firmas de inversión consideran que podría verse beneficiada de una salida de Reino Unido. Y es que más allá de la menor volatilidad histórica del FTSE y de la situación de la banca europea –especialmente de la italiana–, el mercado londinense baja menos favorecido por la caída de la libra.

Daniel Pingarrón, estratega de mercados de IG, corrobora que la amenaza de Brexit eleva sustancialmente la aversión al riesgo de los inversores, que se cobijan en activos refugio como el oro, el dólar o los bonos alemanes. Además, explica, la salida de Reino Unido abriría la caja de Pandora de la UE, que se demostraría como un proyecto de integración reversible y, por tanto, los países en situación económica y financiera más débil, como los periféricos, son los que más opciones tendrían de seguir el camino de Reino Unido. «Los prejuicios económicos que el Brexit tendría para Europa en su conjunto se contagian más a los activos periféricos, siempre más cíclicos y con más volatilidad», agrega.

David Galán, director de Bolsa General y coautor de «El pequeño libro de los grandes inversores», resalta que ya estamos viendo el impacto negativo. «Las bolsas no descuentan el pasado, sino las expectativas de futuro. En la actualidad están descontando una mayor probabilidad de Brexit». Aunque no sepa cuántos puntos perderían, Galán piensa que más del 50% de la caída ya se habría producido. Sin embargo, señala que seguramente faltaría una «traca final» como colofón a semanas de descensos. «No sería ninguna locura pensar que el Ibex 35 retrocediera a mínimos de febrero, en 7.746 puntos».

Las primas de riesgo de los países periféricos se han disparado durante los últimos días, pero el recorrido es mucho menor debido a la acción del Banco Central. No obstante, Galán opina que la española puede volver a escalar hasta los 200 puntos básicos.

Fuga de capitales

Si Reino Unido se divorciara de Bruselas, se generaría un considerable riesgo sistémico en el sector financiero, tanto en el británico como en el europeo. La City londinense perdería su status privilegiado como centro financiero mundial en favor de Nueva York o Hong Kong. Tener una moneda fuerte –poco volátil– resulta esencial para competir con otras plazas. Más que con la apreciación o depreciación, tiene que ver con la seguridad de la propia divisa. Y el principal impacto del Brexit sería un incremento de la volatilidad de la libra.

Si el euroescepticismo gana el plebiscito, Galán sostiene que se produciría una fuga de capitales muy importante y que Londres perdería parte de su influencia mundial como centro financiero. La City alberga en la actualidad más de 250 bancos internacionales, que dan trabajo a 280.000 personas y generan el 10% del PIB y el 12% de los ingresos fiscales. De hecho, incluso el CEO de JP Morgan admitió que si no pueden usar el pasaporte, no les quedará otro remedio que establecer varios centros de operaciones en Europa. Así, se reforzaría la creación de alguna «city» europea, como podría ser Fráncfort, Dublín, París o incluso Madrid.

La mayoría de la inversión directa que recibe Reino Unido (un tercio del total de la UE) es atraída por ser un punto ventajoso de entrada hacia el mercado único, por lo que podría perderla. Desde XTB no creen que en el corto plazo la inversión decrezca. Sin embargo, si la libra se desploma, sí valoran que pueda dejar de ser una divisa de relevancia,se podrían desplazar numerosas sedes financieras hacia otros territorios europeos.

Source: The PPP Economy

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