La inversión en Cercanías y media distancia sube un 57%
Aunque el AVE es el que acapara los titulares, la realidad es que la red de ferrocarriles que más utilizan los españoles es la convencional. En 2016, los servicios de Cercanías trasladaron a 408 millones de pasajeros, mientras que los de media distancia convencional fueron utilizados por otros 23,3 millones. El servicio Avant, el regional que se presta en las vías del AVE, fue utilizado por 7,3 millones. En el mismo periodo, los trenes de alta velocidad transportaron 20,4 millones de pasajeros. Pese a esta evidencia numérica, la realidad es que el grueso de las inversiones se destina al AVE. Aunque en 2017 se mantuvo la tónica, ADIF, la empresa pública que gestiona los ferrocarriles españoles, realizó un importante esfuerzo para paliar el déficit inversor en la red convencional. El administrador destinó unos 410 millones de euros para mejorar estas líneas, frente a los 260 millones de 2016, según los datos aportados por la compañía. Se trata de un incremento del 57%, aunque desde ADIF precisan que son números provisionales porque faltan por cuadrar las cuentas de los últimos meses.
Que la red convencional de ferrocarriles arrastra un abultado déficit inversor es algo que ni el propio ADIF oculta. Su presidente, Juan Bravo, ha reconocido que sus 12.000 kilómetros, 1.900 estaciones, 1.200 túneles y 6.300 puentes necesitan «una apuesta decidida» como «garantía de vertebración del territorio». Casos como el de Extremadura han hecho que la situación haya cobrado más notoriedad. Con la conexión del AVE inconclusa, el único modo de viajar a esta comunidad es a través del servicio convencional. Sin embargo, el propio Bravo admitió meses atrás que la región tiene una red que «no es propia del siglo XXI». La red de Cercanías también acusa graves problemas que, en el caso de Madrid, concluyeron con el accidente del pasado 22 de diciembre en Alcalá de Henares en el que resultaron heridas 39 personas.
ADIF no es el único que tiene algo que decir en la mejora de la red de ferrocarriles. La operadora estatal, Renfe, también es consciente de los problemas y tiene en cartera un plan para mejorar su material rodante. Su presupuesto será de 1.500 millones de euros y será anunciado en marzo por Fomento. Con esta inversión, no sólo renovará algunos trenes que se han quedado obsoletos, sino que comprará material para muchos recorridos y relaciones en los que escasea.
La red convencional no sólo es fundamental para el transporte de pasajeros sino también para el de mercancías. España está a la cola de Europa en esta modalidad con sólo un 5% del total. En 2017, Fomento, ADIF y Puertos del Estado han realizado actuaciones para revertir la situación. Lo han hecho destinando fondos a conectar diferentes puertos con la red de ferrocarril. En concreto, cuatro quedarán conectados con el Corredor Mediterráneo, Barcelona, Castellón, Sagunto y Escombreras (Cartagena). En las comunidades autónomas por las que discurre esta línea se concentra el 50% de la población española, el 45% del PIB, el 47% del tejido productivo y el 63% del tráfico de mercancías portuarias.
Source: The PPP Economy