La industria hace acopio de materiales ante la huelga en los puertos


Aunque restan siete días para la celebración de la primera jornada de huelga convocada por los sindicatos de la estiba en protesta por la liberalización del sector, la industria lleva semanas elaborando planes de contingencia para afrontar los paros y evitar que paralicen su actividad. Patronal y estibadores volverán a reunirse mañana para tratar de alcanzar un acuerdo que evite la huelga, pero el ambiente que rodea los contactos es más bien pesimista. Ante ello, industrias que dependen en gran medida de los puertos como la automovilística, la química o la siderúrgica han buscado alternativas para que la paralización de los puertos no detenga también su actividad.

«Stock» y exportaciones

El automóvil, que el año pasado exportó el 87% de los 2,7 millones de vehículos que produjo a través, fundamentalmente, de la vía marítima, ha optado por una doble vía de actuación. Por una parte, las empresas están almacenando importantes «stocks» de piezas para evitar que las cadenas de montaje se detengan en caso de huelga. Además, están dando salida a importantes volúmenes de producción estos días y alquilando más espacio para almacenar los vehículos que sean producidos y no puedan ser exportados. Las protestas no podían llegar en peor momento para el sector. Como lamentó hace un par de semanas el vicepresidente de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles (Anfac), Mario Armero, «entre febrero y marzo tenemos que enviar 400.000 coches, entre los que se encuentran las unidades que se mandan a Baleares y Canarias para abastecer a las compañías de alquiler para la temporada de turismo. Es ahora cuando se envían», avisó. Los envíos a las islas no deberían verse amenazados por las protestas si se cumplen los servicios mínimos que el Ministerio de Fomento tiene pensado aprobar y que son similares a los que fijó para los paros que había convocados para la semana pasada y que no llegaron a realizarse. En el caso de los territorios insulares, prevén una actividad del 100%.

La industria química es otra de las más sensibles a los paros convocados debido a que condicionan el flujo normal de sus exportaciones e importaciones. El sector ha previsto dos escenarios. Si la huelga dura tres o cuatro días, «los desajustes se pueden corregir adelantando o retrasando pedidos», explicó a Efe Jesús Soriano, portavoz de la Federación Empresarial de la Industria Española Química (Feique). Si se alargan, las compañías deberán buscar otras alternativas. Ante este escenario, ya han iniciado contactos con los puertos de Marsella, Génova y alguno en Portugal para descargar los productos y transportarlos después por carretera hasta las fábricas. Algunos buques ya han optado en los últimos días por atracar en puertos de otros países dada la inestabilidad de los españoles. Así lo confirmó la semana pasada el propio ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, que ha expresado su temor a que esta medida excepcional se convierta en definitiva y algunas navieras o compañías de estiba se muden a puertos extranjeros. Feique confía en que los servicios mínimos eviten problemas al sector. Como en el caso de las islas, los servicios mínimos contemplan una actividad del 100% en el caso de las mercancías peligrosas, la mayoría de las cuales son componentes de la industria química.

La siderurgia es otro sector que sufrirá con la huelga. En su caso, de forma extraordinaria. Los volúmenes de carga que manejan por barco son ingentes y no se pueden transportar a través de medios de transporte alternativos, explican fuentes empresariales. Entre enero y noviembre de 2016, las compañías afiliadas a la patronal Unesid realizaron el 60% de sus exportaciones a través de la vía marítima.

Lo que no provocará la huelga en ningún caso es el desabastecimiento alimenticio. Por los puertos apenas entra mercancía fresca. Mercamadrid y Mercabarna ya han dicho que apenas se resentiría la fruta que no es de temporada, como la piña, el melón y los plátanos. También podría afectar a algunos pescados congelados. La Federación Española de Asociaciones de Productores Exportadores de Frutas y Hortalizas (Fepex) tampoco cree que la huelga vaya a tener una gran repercusión en su sector, pues el 95% de lo que exportan sale por carretera. En cuanto a los productos envasados que se venden en los supermercados, tampoco habrá grandes problemas. La mayoría de las superficies comerciales tiene un surtido que, al menos en un 80%, es de origen nacional y que no necesita por ello ser transportado por vía marítima.

Source: The PPP Economy

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