La industria del mueble se reinventa con alma artesanal y acabado tecnológico


España cuenta con una larga trayectoria en el sector del mueble, en el que destaca por su buen hacer con acabados que se encuentran entre los mejores del mundo. Lejos de lo que ocurrió en la crisis del 2008, con una fuerte caída del empleo y cierre de muchos negocios, esta industria está resistiendo, y muy bien, al impacto del Covid-19. La tecnología e innovación está cada vez más presente y se buscan piezas más personalizadas a la vez que conectadas. Los materiales ‘saludables’ ganan presencia en la casa de los españoles, que aprecian más todo lo artesanal.

«Por una vez nuestro sector no ha padecido más que otros. Es cierto que desde 2008 las empresas que han resistido están más fortalecidas, pero ha sido importante la reactivación del consumo interno, sobre todo en cocinas y sofás», afirma Ana Isabel Hernández, secretaria general de la Asociación de Empresarios de las Industrias del Mueble, Carpintería y Afines de la Comunidad de Madrid (Afamid). En el sector son conscientes del buen momento que están atravesando y no saben si va a durar mucho. «El ahorro de las familias ha aumentado al no viajar y no sabemos si la compra de muebles parará con la vuelta a la normalidad o se mantendrá esta tendencia», matiza.

El tejido empresarial en el sector del mueble está constituido por pymes y empresas familiares. «En España se hace mueble de gama media alta, que se exporta. En el mueble de batalla y bajo precio no podemos competir en precio, viene todo importado», afirma la secretaria general de Afamid. Las empresas españolas tratan de competir a través del diseño, tal y como hace Lola Glamour, la fábrica y tienda de muebles artesanos ubicada en Almazán, una pequeña localidad de Soria. Llevan desde 1995, aunque fue en 2008 cuando se produjo un cambio en su modelo de negocio. «Pasamos de una línea más clásica a buscar algo más singular para poder competir y exportar», explica Désirée Ramos, creadora de la marca junto a su hermano Félix. «El mercado ha cambiado mucho, la gente quiere mezclar estilo y nosotros aportamos esa singularidad», añade.

En su fábrica y tienda en Almazán, los hermanos Désirée y Félix Ramos han creado un estilo propio con la mejor tradición artesanalDésirée reconoce que ha sido un año bueno, en el que no se ha notado el bajón, porque «la casa se ha puesto en valor». Trabajan principalmente con maderas nobles y mezclan tierra, telas y mármol, entre otros materiales. «No hay material más sostenible que la madera, las talas están muy controladas, y este negocio apuesta de por sí por la sostenibilidad. Estamos en la España vaciada, creamos empleo y se genera riqueza», puntualiza la diseñadora.

Innovación

José Francisco Puche, director del Centro Tecnológico del Mueble y la Madera (Cetem), asegura que la sostenibilidad medioambiental «está tomando cada vez más relevancia como elemento de decisión en la compra y, por tanto, cada vez más las empresas apuestan por demostrar al cliente el compromiso empresarial con la economía circular». Es uno de los grandes retos del sector, además de la venta masiva por Internet y «la total personalización del mueble por parte de los clientes», añade.

Los principales avances en innovación tecnológica del sector se encuentran en los nuevos materiales que se han ido introduciendo en la elaboración de los productos y que dotan a éstos de características especiales tales como la autolimpieza, la autorreparación, el cambio automático o dirigido del color, etc… «Pero igual de relevante ha sido la innovación en los procesos productivos ya que se ha introducido muchísima tecnología dentro de lo conocemos como industria 4.0, entre las que se encuentra la robótica colaborativa, la impresión 3D, la identificación por radiofrencuencia, etc… Además, las empresas también se han dotado de herramientas muy avanzadas de gestión empresarial que se han convertido en la verdadera inteligencia artificial que toma decisiones desde fabricación hasta marketing pasando por control de stocks y almacenes», explica el director de Cetem.

La empresa de tapizados Acomodel, en Yecla (Murcia), lleva más de 30 años en el mercado y desde hace dos décadas cuentan con un departamento de I+D+i. «Desde un principio buscamos diferenciarnos, no tener el sofá que todos tienen, y patentamos determinados mecanismos. Damos una segunda utilidad al sofá», cuenta Octavio Martínez, su responsable de administración. Es una empresa pionera en aplicar nuevas soluciones «y se han conseguido a base de mucho trabajo y muchas ideas». Cuentan con siete mecanismos distintos y con combinaciones logran más de 160 modalidades. «Personalizamos mucho el producto, a elección del cliente», resalta. Su producto estrella es el conjunto de sofá tres plazas más ‘cheslong’, del que fabrican 25.000 unidades al año, y el sillón, con 15.000 unidades, y exportan un 30%.

El sector goza de buena reputación internacional exportando sobre todo a Francia, Portugal, Alemania y Reino Unido. El Covid-19 sí ha reducido las exportaciones, pero se ha compensado con el mercado nacional.

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