La huelga de estibadores deja herido de muerte al Puerto de Algeciras


Poco le decía al común de los ciudadanos españoles el nombre de Maersk hasta hace unos meses. Sin embargo, la huelga de los estibadores ha colocado a la naviera danesa en la primera línea de la actualidad económica nacional. Y no precisamente porque desde el gigante del transporte marítimo lleguen buenas noticias. Todo lo contrario. Maersk ha transmitido al Ministerio de Fomento que, si no se soluciona con brevedad el conflicto en los puertos, trasladará el grueso de las operaciones que ahora realiza en Algeciras a otras terminales extranjeras, lo que podría suponer la ruina para el principal puerto de España.

La instalación gaditana registró en 2016 un total de 3,17 millones de movimientos, de los que 2,4 millones correspondieron a Maersk. Ante el impacto que la huelga de la estiba le está suponiendo –17.000 movimientos en Algeciras, 12 barcos desviados, 895.000 euros de pérdidas y 1.000 contenedores que no pudieron ser descargados– la naviera ha comunicado a Fomento que está valorando rutas alternativas en puertos como los de Sines (Portugal), Marsella Fos (Francia) o Rotterdam (Holanda) a las que desviar 35.000 movimientos semanales desde Algeciras. Esto, a lo largo de un año, supondría que Maersk se llevaría 1,82 millones de movimientos, el 75% de los que hace en la instalación gaditana, lo que hundiría la actividad del puerto casi un 60% –57,4%–. «Eso supondría el abandono de Algeciras y, por tanto, la ruina del puerto», advierte en ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, en declaraciones a LA RAZÓN.

Al tratarse de un puerto de tránsito, donde grandes buques procedentes de Asia u otras latitudes descargan su mercancía para ser trasbordada después a otros navíos que siguen ruta a otros puntos de Europa, a Maersk le resultaría relativamente sencillo trasladar su operativa a otros puertos. De hecho, ya ha comenzado a hacerlo al desviar de forma definitiva 150.000 movimientos anuales a Tánger. Si no llevan más tráfico a la terminal marroquí es porque su capacidad es limitada, advierten fuentes del sector, que aseguran que ese es el motivo por el que está buscando otros puertos alternativos. Para desgracia de Algeciras, advierten estas fuentes, las terminales en el extranjero que está sondeando Maersk se han mostrado dispuestas a realizar inversiones para atraer sus movimientos, lo que dificulta todavía más la posición de la infraestructura española.

Petición de los clientes

Las pérdidas no han sido el único motivo que ha movido a la naviera danesa a buscar alternativas a Algeciras para fondear sus barcos. Las propias compañías a las que presta servicios logísticos son las que le han conminado a encontrar otros puertos para descargar su mercancía. Entre las que se han movido en esta dirección figuran multinacionales como Inditex, Mango o Ford, apuntan las fuentes consultadas.

Si finalmente Maersk da el paso de llevarse el grueso de los 2,4 millones de movimientos que hace en Algeciras no será porque no lo advirtió, lamentan las fuentes. Cuando se desató el conflicto en febrero, la compañía aceptó subrogar a todos los estibadores que precisara –en Algeciras trabajan 1.534 de los 6.156 trabajadores portuarios que hay en toda España– en sus actuales condiciones de trabajo, aspecto que constituye la principal reivindicación de los sindicatos. La naviera advirtió, eso sí, de que si a pesar de su ofrecimiento el conflicto no se solucionaba, se marcharía del puerto.

Source: The PPP Economy

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