La cúpula del Popular se subió el sueldo mientras el banco se desangraba


Las sombras sobre la gestión del Banco Popular, intervenido y vendido por un euro al Santander a principios de junio, no paran de crecer. La entidad presidida por Emilio Saracho disparó las retribuciones de sus consejeros hasta 7,27 millones. Mientras la cúpula se subía los sueldos, la entidad bancaria, que sufría una huida masiva de depósitos a la espera de una decisión clara sobre su futuro, perdió 12.218 millones en el primer semestre del año, tras asumir el banco una depreciación de su cartera inmobiliaria valorada en 3.454 millones de euros, según la información hecha pública ayer por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

En cifras concretas, la remuneración del consejo de administración ascendió en realidad a 7,27 millones de euros en los seis primeros meses del año, frente a los 2,58 millones registrados en el mismo período de 2016.

Es decir, el Banco Popular casi triplicó la partida destinada a remunerar a su consejo de administración. El propio Saracho recibió 4 millones por tomar las riendas de la entidad. Duró en su puesto poco más de tres meses.

La Audiencia Nacional también dio a conocer ayer, en un auto, su rechazo a las peticiones de suspensión cautelar en la venta del Popular al considerar que el acuerdo del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria proviene de una decisión de la Junta Única de Resolución (JUR), que valoró con anterioridad las graves dificultades por la que atravesaba la entidad bancaria.

Por ello, los jueces precisan que los perjuicios invocados se deben reclamar en otros tribunales euro-peos competentes sobre la JUR. «La paralización pretendida dejaría sin efecto la decisión de la JUR y mantendría unas circunstancias que los organismos europeos han considerado que hacen inviable la entidad y conllevan un riesgo para el interés público», da a conocer el auto.

En este contexto, Elke Koning, presidenta de la JUR, reconoció ayer que fue todo un «logro» que Santander pudiese comprar el Banco Popular en el marco de su resolución y mantener su funcionamiento. «Hasta cierto punto tuvimos mucha suerte de que hubiera un proceso en marcha y de que hubiese alguien que quería y podía adquirir la cartera, además con una perfecta aplicación de nuestras reglas», dijo Koning en la conferencia anual de la JUR, celebrada en Bruselas.

Estrategia contrarreloj

La presidenta ordenó la resolución del Popular después de que el Banco Central Europeo (BCE) alarmase sobre la situación de inviabilidad de la entidad financiera. Admitió que las autoridades coinciden en que tienen que «extraer lecciones» de esta situación. Además, Elke Koning hizo hincapié en el buen hacer de la estrategia, que a pesar de ejecutarse contrarreloj, probó que las normas para la banca creadas por la Unión Europea durante los años de crisis económica funcionaron, cumpliendo con creces las expectativas, puesto que los contribuyentes no pagaron para salvar al banco, sino que se mantuvo la estabilidad financiera, y no se perjudicó a la deuda soberana española ni de la eurozona.

Source: The PPP Economy

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