La banca volverá a pagar por los depósitos de los clientes cuando el BCE suba los tipos


España siempre ha confiado sus ahorros a los depósitos; ya sean a la vista (cuentas corrientes) o a plazo. Productos con gran liquidez, muy seguros y, en su momento, hasta rentables. Ahora el rendimiento que da la banca es nulo e incluso negativo en ciertos casos… pero eso está cerca de cambiar en el corto-medio plazo. La banca volverá a pagar por estos ahorros.

A cierre de febrero de 2022, según el Banco de España, los hogares tenían más de 960.000 millones de euros en depósitos, la mayoría de ellos en cuentas corrientes. Las empresas, otros 305.411 millones, también en su mayoría a la vista. Cada vez los números son mayores, pero su configuración es distinta respecto a hace años, ya que en la anterior crisis lo que más se demandaba, por momentos, eran depósitos a plazo y no a la vista, y ahora es todo lo contrario.

¿Por qué interesaban tanto los depósitos a plazo en la primera década de los 2000? Por la seguridad que brindan y por la remuneración que daban. Estos productos a plazo llegaron a reportar a los hogares más de un 5% de retorno (datos de octubre de 2008) y más de un 4,7% a las empresas. Entonces, la crisis del ladrillo y la debacle financiera acabaron con todo aquello.

El Banco Central Europeo (BCE) decidió actuar inundando de liquidez los mercados, año a año. El tipo de interés de referencia lo llevó al 0%, donde aún sigue, y que habitualmente se lo conoce como el precio del dinero ya que es lo que le cuesta a los bancos pedir prestado al supervisor; el tipo de facilidad de depósitos -lo que el BCE cobra a la banca por depositar en su cuenta el exceso de liquidez- lo puso en negativo en -0,5%. El dinero pasó a no valer nada.

En ese escenario, que se mantiene todavía, los bancos no han podido mantener lo que remuneraban por los depósitos y con el paso de los años han hundido la rentabilidad de los mismos. Por los depósitos ahora se paga a los hogares, tanto a la vista como a plazo, entre 0,01% y 0,04%. Con las empresas el panorama es aún peor: las cuentas corrientes tienen un rendimiento del 0,02%, y los productos a plazo están en el -0,19%. Es decir, que a las compañías y clientes institucionales se les cobra incluso por aceptar sus depósitos.

A los hogares la banca no ha llegado nunca a cobrarles por guardar su dinero, pero es un escenario que se ha planteado en múltiples ocasiones al sector. Finalmente la banca no lo ha hecho por el coste reputacional y pérdida de clientes que ello podría suponer.

La realidad está en que la banca lleva años quejándose de la extensión de la política acomodaticia del BCE. El sector entiende que en la anterior crisis Mario Draghi, como presidente del supervisor, tuvo que tomar decisiones extraordinarias, pero también anima a normalizar la situación cuanto antes. Ha tenido que llegar la mayor inflación en décadas para que esto ocurra. El BCE de Christine Lagarde piensa ahora ya por fin en subidas de tipos de interés, una vez acabe con los programas de compras de deuda, para contener el aumento de los precios. Ocurrirá a partir de julio, a la vista de las declaraciones de los miembros de su Consejo de Gobierno, aunque el primer alza podría demorarse a finales de año. Y una subida de tipos favorece al negocio bancario, porque el dinero vuelve a tener valor, pero también a los ahorradores, según fuentes financieras, ya que durante años se ha penalizado el ahorro. No se trata tanto de buscar una contracción financiera, sino de frenar la expansión de estos últimos años y normalizar la situación, como indican en el gremio bancario.

El BCE anima al mercado

Así, el mercado ya está descontando que habrá subida de tipos por parte del BCE en los próximos meses -a la vista están, por ejemplo, las cotizaciones bancarias, el euríbor que ha vuelto a positivo…-, y ello provoca que las entidades preparen sus balances para lo que vendrá. Esto es, un incremento de la remuneración que ofrecerán a sus clientes por los depósitos, pero también un aumento del coste del crédito, lo que supondría cierto endurecimiento en el acceso a liquidez por parte de empresas y familias.

Fuentes financieras confirman que la banca volverá a remunerar los depósitos, y que también tirarán al alza el coste de los créditos. Son conscientes de que se trata de una anomalía el hecho de que se pague cero por disponer del ahorro de los particulares y las compañías. Sin embargo, esto no quiere decir que inmediatamente se vaya a alcanzar ese 5% de interés que se daba en 2008. El aumento será de manera gradual al compás de las decisiones del BCE, y teniendo siempre en cuenta el margen que tiene cada entidad.

En este sentido, las fuentes consultadas apuntan a que la guerra que ya existe por captar hipotecas podría trasladarse también a captar depósitos a medio plazo, aunque ese es un melón que todavía está por abrir.

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